Quedaba menos de una semana para la semana de Pascua. Anne Shirley-Cuthbert y Marilla Cuthbert llamaron a la casa de los Laurence March; siéndoles la puerta abierta por Amy.
- Buenos días, Amy.
- Buenos días, Marilla. ¿Qué os trae a Anne y a ti por aquí?
- Nos preguntábamos si _______ podría acercarse a Tejas Verdes. Sebastian ha dejado a la pequeña con Matthew; pero él no está muy seguro. Y como _______ ya tiene varias experiencias por cuando vivíais en Concord; nos preguntábamos si podría ir a ayudarle.
- Oh, por supuesto. Está terminado de desayunar; así que ahora la mandaré.
Como Amy les dijo a Marilla y a Anne, mandó a _______ a Tejas Verdes para poder ayudar a Matthew. Ella se vistió con un vestido rojo de mangas abullonadas, su delantal gris oscuro y se recogió el pelo con un lazo del color del amor, la pasión, la sangre y el fuego.
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Agarró sus libros de la escuela, ya que después debería ir para allá, su sombrero de paja y se dirigió hacia Tejas Verdes.
- Establo. El establo. – decía Matthew a la pequeña.
- Buenos días, Matthew. – sonrió la morena al entrar en Tejas Verdes dirigiéndose al adulto.
- Buenos días, _______. Anne no está ahora mismo, lo siento.
- Oh, lo sé. Me ha dicho un pajarillo que estás con una renacuaja; así que vengo a ayudar un poco.
- Dios santo, eres mi salvación. Así aprenderé por si en un futuro tengo que cuidar más bebés. – le respondió el mayor, haciendo reír suavemente a la americana. Sonriente, Matthew siguió con la "guía turística" que le hacía a la pequeña Delphine – Uh, el árbol. Caballo. Cabra.
- Cuidado, Matthew. – exclamó riendo cuando vio a una de las cabras acercarse a lamer la pequeña cara de Delphine.
- Oh, mira Delphine. Jerry.
- Bonjour, Jerry.
- Buenos días, Srta. Laurence March. – le respondió el francés un poco seco. Desde el día que volvió del baile de Navidad, en el cual conoció a su gran amigo Stanley Wright, Jerry había estado respondiendo más seco de lo habitual a la morena; cosa que la había extrañado, aunque jamás le pregunto ya que no quería parecer una entrometida.
- Jerry, esta es Delphine.
- Oh, que guapa. – sonrió Jerry a la pequeña; aunque rápidamente su cara cambio. – El pañal.
- Vayamos dentro a cambiarla. – habló rápido la americana.
- Si, vamos a enseñarle. Es fácil.
Matthew siguió a los dos adolescentes adentro de su casa. Entre los dos, sacaron lo necesario para poder cambiar a la bebe. Minutos más tardes, tras haberle explicado con manos y señas a Matthew como cambiar un pañal y hacerlo decentemente, _______ tenía a la morenita en sus brazos mientras le cantaba una nana.
