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Otro día inundado de nieve en Avonlea. Fijémonos en la pequeña cabaña del club de lectura en medio del bosque. En ella, podríamos visualizar a cuatro cabelleras: una morena, otra pelirroja, otra rubia y, por último, otra pelinegra.

- Y cuando pidió en matrimonio a mi hermana mayor, Susan, él dijo: "Padre ha querido poner la granja solo a mi nombre. ¿Qué me dices, florecilla, si nos casamos en otoño?" ¿Habíais oído una cosa igual? – contaba Ruby Gillis a sus otras tres amigas.

- ¿Y ya está? – preguntó _______.

- Eso, ¿no hay más?

- Chicas, que la llamó "florecilla".

- Esa proposición es tan amorosa como el Sr. Phillips pasando lista. – dijo Anne, haciendo reír a las otras tres niñas.

- Y Jane dice que Prissy está convencida de que ocurrirá. – les contó Ruby.

- Ruby, me dejas sin aliento. Casémonos o moriré asfixiado en mi amor por ti hasta el fin. ¿Me tomas por esposo, mi querida Ruby? – dramatizó Diana.

- Mm, no. – negó la rubia – Tendré varios novios que me pidan matrimonio varias veces para ver loquito a Gilbert antes de aceptar su oferta.

- Te toca, Anne. – dijo _______.

- Por ti, construiría un castillo con cada ladrillo forjado en mi corazón por el fuego de mi transcendente amor. ¿Me aceptarías este exquisito anillo de diamantes? ¿Qué dices a eso?

- ¡Sí! – exclamó Ruby haciendo sonreír a las demás.

- ¿Creéis que alguna vez os llegaréis a casar? – preguntó la americana a sus amigas.

- Yo tengo claro de que me casaré con Gilbert.

- A mí madre me dijo que mi futuro tras la escuela de señoritas en Francia sería el matrimonio; así que sí. – les contó Diana sonriente.

- Yo no creo que nadie quiera casarse conmigo; y, por favor, no os vayáis a compadecer de mí. Ya es bastante horrible la espera para el crecimiento de mi cabello.

- Yo tampoco lo sé.

- ¿Por qué dices eso, _______?

- Es decir, amo mucho mi vida ahora mismo; libre. Tampoco sé si llegaré a amar o que alguien me ame.

- Siempre acabamos amando a alguien, querida _______.

- Bueno, pienso que tenemos cierto poder sobre la persona que amamos, no es algo que pase de repente.

- Creo que los poetas no estarían muy de acuerdo.

- Pues yo no soy un poeta. Apenas estoy empezando a ser una mujer. – bajó la cabeza. – Y, desgraciadamente, como mujer; no tendría forma de ganar dinero por mi cuenta. No lo suficiente para ganarme la vida o para mantener a mi familia. Y si tuviera dinero, que no se si lo tendría, ese dinero pertenecería a mi marido en el momento en el que nos casáramos. Y si tuviéramos hijos, serían suyos; no míos. Serían de su propiedad, así que no penséis que el matrimonio no es una proposición económica; porque, por desgracia, lo es. Tal vez no para ellos; pero sin duda lo es para nosotras...

Un silencio incómodo se adueñó del pequeño escondite; por lo que decidieron irse ya cada una a sus casas. Al día siguiente habría nuevas noticias en la escuela.

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Aquella mañana en la escuela todas las chicas estaban alrededor de Prissy Andrews tras la noticia de su compromiso con el Sr. Phillips.

𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐖𝐎𝐌𝐀𝐍 - 𝐉.𝐁𝐀𝐘𝐍𝐀𝐑𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora