Él probó de su inocencia, besó sus labios con devoción y calentó su piel suave en cada zona que sus dedos fuertes tocaron. Él la hizo sentir como si un incendió floreciera en su interior. Un gusto que se le antojó como para disfrutarlo bajo el manto de la oscura noche, esa que guarda los secretos de los amantes. Pero ella no era su amante. Madeline era su amiga y él, solo le estaba enseñando a besar. 🌟#1 Histórica. 🌟#1 Novela Histórica.