Harry Potter había desaparecido. Ahora los mortifagos eran imparables. Muchas cosas cambiaron, así como el matrimonio. Cada año se nombraba a cinco chicas como diamantes ante la sociedad, ellas eran perfectas. Keira Rosier pertenecía a una familia llena de diamantes y ella ansiaba con seguir ese legado. Le habían educado para ser un diamante desde que tenía memoria. Ella hubiera querido casarse por amor, pero un corazón roto y una traición se lo impiden. Así que decide hacerlo por su familia, al igual que Draco Malfoy. -Quiere saber lo que opino yo de usted?-me susurró mientras que yo solamente asentía- Pienso que usted fue susurrada por los mismos angeles al nacer