Sabía que no estaba bien, sabía que me iba a hacer daño pero no podía evitarlo... Él era mi condena y yo era su sentencia. Las reglas siempre habían estado impuestas pero tenia que haber alguien que las quebrantara. Sabia que el podía llenar mi vida de emociones nuevas, y sabia que el sería mi mayor perdición. Una persona te puede hacer sentir como si estuvieras en una montaña rusa. Cuando menos te das cuenta estás en lo más alto, sintiendo que puedes con todo, pero en un chasquido de dedos, estás abajo sin saber como subir de nuevo. Antes de empezar a leerlo. Esta es una historia que contiene escenas +18. Si no te gusta esta categoría... por aquí no es. Pero si decides seguir leyendo, espero te guste!!