Las historias de amor siempre comienzan con un hombre y una mujer viéndose a los ojos y perdiéndose en sus miradas pero l a mía no empieza así . - noooo yo tengo que darte de comer - la pequeña Emilia agarra una cucharita y le da un bocado del delicioso pastel de chocolate al hombre que está feliz jugando a la hora del té con la pequeña . Nina ve con facinacion como para su hija ese hombre se ha convertido en alguien muy importante. - al parecer la fierecilla ya está haciendo tradiciones - la madre de Nina le comenta ese pequeño detalle. - solo está jugando - le contesta ella a su mamá sin apartar la vista de la niña y el hombre que juegan más que felices. - sabes muy bien que eso no es verdad , ese hombre te ama y lo que es mejor ama a tu hija como si fuera suya ¿ A que le tienes miedo ? Ella no tenía nada , estaba más que segura de lo que sentía por aquel hombre lo amaba , pero no quería salir lastimada de nuevo . Tal vez Emilia le daría un empujoncito.