Me cuesta orientarme dentro de esta puta casa, sobretodo porque Kat está besando esa parte sensible detrás de mi oreja y mis manos están en su culo mientras intento recordar en dónde es que está su habitación.
—A la derecha—indica entre besos.
Ni siquiera sé cuál es mi derecha, así de caótica está mi cabeza, pero entre tumbos consigo dar con el lugar correcto.
Me acuerdo de las estrellitas que cuelgan del techo de su alcoba cuando mi cabeza tropieza con todas ellas, haciéndolas titilar. Kat se ríe en mi boca, enviando un millón de sensaciones a través de todo mi sistema nervioso. Cierro la puerta tras de mí con el pie pero no enciendo la luz, solo porque no quiero apartar mis manos de su cuerpo ni por un segundo.
No soy capaz de detenerlo ahora que por fin está pasando.
Pero ella tantea la pared donde la tengo presionada hasta dar con botón que enciende una lámpara de sombras. Me aparto de su cuello para darme cuenta que son planetas, reflejándose en la habitación oscura como una especie de planetario.
Estoy flotando en el espacio cantándole una canción a la luna. Kat vuelve a enganchar sus manos en mi nuca y la vuelvo a besar.
Llegamos a la cama. Dejo su espalda apoyarse en el colchón, pero sus piernas enrolladas en mi cadera me atraen inmediatamente consigo, no dejando que me aleje un centímetro. Sentirla tan cerca después de tanto tiempo es como multiplicar todos los sistemas solares por todas las galaxias existentes y obtener un número imposible de nebulosas brillantes. La única gravedad que conozco es la que sigue uniendo su cuerpo y el mío.
Y cuando su mano se desliza debajo de mi camiseta gris, puede que lo entienda todo un poco mejor.
Mi chaqueta rueda por mis hombros y termina en algún lugar de la moqueta que cubre el piso. Tengo una mano al lado de su cabeza para darme apoyo mientras que la otra encaja en la curva que define su cintura.
Trazo el camino de su barbilla al cuello y termino en su clavícula, justo donde la tela suave de su suéter me impide llegar más profundo.
—Necesito saber si esto está bien para ti—digo levantando la cabeza para conectar con sus ojos.
—¿Bien? —se ríe con la respiración agitada—, es como un millón de veces más que bien.
Sonrío y le doy un beso a la punta de su nariz—. Genial, porque quiero quitarte suéter.
Y el resto de tu ropa también.
Kat sonríe como si estuviera leyendo mi mente—. Adelante.
Así que lo hago. Y luego ella me quita mi camiseta. Sus manos delicadas se pasean por toda la anchura de mi espalda, provocando escalofríos por toda mi piel. Mis labios regresan a los suyos, después a su cuello y un poco más abajo. La escucho suspirar.
Sigo bajando.
Beso la piel descubierta en su pecho. En su lado izquierdo, donde está su corazón, deposito un casto beso que promete quedarse ahí para siempre, porque no existe un lugar más perfecto en donde estar.
Delineo con la punta de la lengua la frontera entre la tela de su sostén morado y el valle de sus senos, y cuando su espalda se arquea en respuesta aprovecho para deslizar mi mano y desabrocharla.
Pronto el brasier yace junto con todo lo demás en el suelo.
—Eres tan hermosa que a veces me cuesta creer que eres real.
Mis labios atrapan la punta de su seno izquierdo y ella gime en respuesta, hundiendo una mano en mi cabello y tirando un poco.
—Harry—jadea—, por favor.
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Compass, Vol. 2 [HS]
Fanfiction"Eres mi único compás, puede que me pierda sin ti. ¿Podrías decirme a dónde ir?" -The Neighbourhood (Segunda parte de Scary Love")