El cazador de hielo (Parte 2)

Dolor en el interior

Le agradecí como era debido a el después nos fuimos por caminos separados. Podía perderme de nuevo entre la gente y desaparecer de su vista.

—Si que estuvo cerca ¿No crees?.

—Pensaba que me reconocería en ese momento—mi corazón latía como loco.

Quizás la sorpresa y los nervios fueron los causantes. Respiraba un poco agitado.

—Tranquilízate, debes de comer ahora que eres una luna inferior.

—No necesitas decirme. Esos cazadores están aquí junto con mi hermano....

—No portaban sus uniformes, están aquí por qué visitaron el festival. Además hay mucha gente, nadie se dará cuenta que falta una o dos.

Ella me regaló una sonrisa de oreja a oreja. Me dió un escalofrío al verla de esa forma.
Solo hice lo que ella me dijo y me fui por un callejón esperando a que alguien con mala suerte pasará.

Unos minutos después llegó una persona ebria, tambaleándose cuando caminaba. El sostenía una botella mientras decía tonterías cada que podía.
Pensé mejor, pero si lo dejaba ir quizás le haría daño a alguien. El hombre me miro de arriba abajo y de inmediato comenzó a hablar. Nunca escuché lo que dijo, solo lo tome del cuello y lo levanté.
Mi mano izquierda corto el cuello del contrario dejándolo sin vida. La sangre recorrió de mi muñeca hasta mis brazos, manchando las mangas de mi kimono.
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Me comencé a limpiar mi rostro con la ropa del hombre en el suelo. La sangre salpicó el piso dejando una gran mancha.
Rompí la botella y dejé está en la mano del hombre, para suponer que fue un suicidio.
Salí del oscuro lugar y me integre a la gran multitud que miraba el espectáculo del centro.
Nadie se dió cuenta de que salí de ese lugar. Tambores era lo que escuchaba al fondo. Gritos y voces era lo que reinaba en el sitio.

Cuando logré ver lo que sucedía, muchos bailarines y acróbatas estaban actuando. Era un evento bastante divertido, pero devia de comer aún más.
Entre todo el lugar había visto a una chica de un kimono rosa que paseaba cerca, quizás sea malvado al hacer tal cosa pero es lo único que puedo hacer.

Busque con la mirada a aquella chica hasta que la encontré. Pase entre la multitud hasta llegar a ella, pero por extraño que sea la chica se fue del festival a un lugar más apartado. La seguí tratando de disimular, hasta que llegó a un sitio y freno.

—¿Por qué me estás siguiendo?— me tense en ese momento.

No dije nada, sabía que me descubriría aunque dijera algo como excusa.

—Responde.

—No te estaba siguiendo, solo que nuestros caminos se cruzaron eso es todo.

—Eso espero.

La chica se fue, creo que tendré que buscar otro blanco. Regrese por el mismo camino que tome y de nuevo me colé entre las personas.

—¿Que tal si usas tu técnica de demonio?.

—¿Que tal si me dices tu nombre?.

—Ya te lo dije, no lo recuerdo.

—Para alguien normal sería muy difilcil de olvidar su propio nombre. Pero bueno tu caso es diferente.

—Escucha Akemi, solo recuerdo el apellido de mi propia familia y nada más.

—¿Cuál es?.

—Creo que era Akarui.

—Pensaba que tendrías uno más largo.