El cazador de hielo (Parte 2)

Sobrevivir

Pasé mucho tiempo en ese lugar, ni siquiera me movía como antes. No tenía fuerza alguna para seguir peleando.

La habitación hizo un ruido rechinante y con una enorme luz del exterior inundó la oscuridad en la que me encontraba.

—¿Tsukamatta-dono?—preguntaron.

—......

El suspiro pesado.

—Ya es hora de que salgas de aquí—dijo con un toque de alegría—¡Vamos, si no sales posiblemente nunca podrás salir de nuevo!.

—.....¿Cómo es que tocaste la puerta?.

—¡¿Heh?!.

—¡¿Cómo abriste la maldita puerta?!.

Mis gritos resonaron en el lugar, Douma solo miro extrañado. Su mirada no me dijo nada, quería apartarlo de la entrada y salir pero el es superior a mi. Me mataría apenas intenté hacer algo.

—Asi que tu mente de humano se rompió estando aquí. No eras así cuando te dejaron aquí, mírate nada más.
Estás ensangrentado y tu mirada no transmite nada más que los propios instintos de una bestia.

—Cállate...Cállate—susurraba con desesperación—¡Cállate!.

El comenzó a reír, mi conducta le hacía reír. Me trataba con un animal.
Me acerque el dispuesto a cortarle la garganta, pero con solo una de sus manos mi brazo fue cortado como si de una hoja fina y delgada se tratara.
Retrocedí unos metros de el.

—Haha, pareces un animal. Pero esto lo pasaré por alto, tengo cosas más importantes que hacer. ¡Así que vamos afuera!.

—No obedecere tus órdenes.

—Parece que te estás volviendo rebelde.

—No debería obedecerte, tú fuiste quien me quito todo.

—Pero mirate , ¿De verdad crees que yo te quite todo?. Siempre has sido engañado.

—¡¿Pero que cosas dices?!.

—Es lo mismo que dije cuando estuve espiando tu hogar. Tus abuelos sabían que estaba ahí, pero nunca dijeron nada.
De hecho me dió gracia al verlos tan aterrados cuando tu madre y tu padre no estaban. Tu hermano se fue con tus padres para hablar en la sede,y tú junto con tu hermana quedaron al cargo de tus abuelos. Me dijeron que te entregarían a cambio de que ellos sobrevivieran, me causo una enorme risa cuando ellos dijeron que les causaba repulsión tan solo verte ya que tú no eras de su familia.

—Dices mentiras, ellos jamás podrían ser capaces de decir tal co....

—Dejame por lo menos terminar—pronuncio molesto—ellos decían que tú estabas maldito, que serías un demonio que acabaría con todos en esa casa. Así que te vendieron a cambio de que ellos siguieran viviendo.
Te estuve vigilando y me percate que tus abuelos ya estaban por entregarte y decidí matarlos para que te dejarán en paz, pero tus padres se entrometieron. No tuve opción, te aseguro que trate de hablar pero ellos estaban tan aferrados a que debía morir.

—¿Ellos te...dijeron eso?.

—Si, ni una pizca de arrepentimiento note en su mirada.

—Ya no se ni en quien confiar, todos me utilizan y nadie piensa en mi o en lo que pienso.

—No te atormentes, después de todo has sacrificado tu libertad por tu hermano. Es digno de admirar y siendo una Luna ya es una ganancia.

—No se de qué sirve ser alguien poderoso si todos te usan.

—Tsukamatta-dono, me dió cierta curiosidad cuando te vi por primera vez. Sabía que terminarías siendo una Luna, si es que yo no te hubiera transformado aún así te habrías vuelto un demonio.

—Y ahora me lo dices, no me importaría morir en manos de un cazador. Después de todo mi existencia es solo desechable.

—Usa esa ira que tienes—pronuncio sorprendiendome.

—¿Qué?.

—Que utilices esa ira que está dentro de ti para salvar a tu hermano.

—Esas palabras viniendo de ti me llevarán a la ruina.

—Haha, está vez lo digo en serio. Tu hermano es la único persona viva y confiable en tu vida. A las personas que considerabas gentiles fue todo lo contrario. Pero hay algo que aún debes hacer en este mundo como para que hagas que la muerte espere.

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(Unos días antes)

—¿Douma?—pronuncio.

—¿Si señor?—el apareció en un parpadeo mostrando una sonrisa.

—Ese niño ha pasado casi un mes dentro. Pero aún no dice la verdad.

—Me apiado del pobrecillo. Se lo que es estar ahí sin comer ni una sola mujer.

—Deja tus fetiches para otra ocasión, en este momento quiero que lo engañes.

—¿Que lo engañe?. ¿Para que necesita que haga eso?.

—Quiero suelte la verdad de la sede. El sabe la ubicación de ese lugar al que Ubuyashiki se ha ocultado.

—Pero...¿No cree que será mucho para el?.

—Solo quiero que lo manipules, que lo hagas entrar en razón para que así pueda mostrarme. Su familia es un punto débil muy notorio de el y su hermano más. Solo hazle saber cosas horrendas sobre su preciada familia.

—Entendido señor.

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—Entonces vámonos, tenemos mucho que hacer.

—¡Espera!—exclame—¿El no me matará?.

—¡Por supuesto que no!—dijo en una notoria felicidad.

Eso me hizo arquear una ceja, es verdaderamente extraño que ni quiera matarme. Después de todo lo que hice.

—Asi que ten la plena confianza de salír.

—Tengo cierto miedo hacia el. Será mejor que no diga nada. Me defiendo más en silencio.

—Es bueno que aprendieras eso, el silencio es un fiel compañero que jamás te delatará.

—......

Todo esto es algo extraño, salí con Douma pero al cruzar la puerta estaba solo y en un bosque. Creo que ya no puede ser peor. Me encuentro en harapos y con una enorme hambre.

—Deberia olvidarme de las personas y volver a mi antigua costumbre. Cazarè algún conejo o zorro.

Me siento algo cansado, tanto mentalmente como físicamente. Todo este tiempo dentro de esa horrible habitación me hizo recordar algunas cosas que había olvidado.
Y me percate que la mujer sombra se marchó, al fin se canso de mi y se fue.

—Creo que tengo razón—suspire—todos me usan. Ella como otras personas más me dejaron solo y se fueron con alguien más.

Quiero volver a cada y dejar todo esto atrás, olvidarme de todo lo que he sufrido hasta hoy.
Me senté en el suelo verde y me recosté en un tronco. Que sin darme cuenta de mi propio cansancio me perdí entre la oscuridad de mi mente.