Pacifico

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(Narrador)

Con las cosas tan tranquilas,las misiones no se hicieron esperar.
Los hermanos estaban comenzando a simpatizar de alguna o otra forma.
Quizás su familia pedía que se reconciliaran desde algún lugar.

Akemi estaba enterado que su hermano asistiría a una reunión.El seguía en la casa de glicinias así que no se preocuparía por quedarse sin hogar.Ademas que ayudaba en la casa a llevar cualquier cosa a los visitantes.

Las personas que estaban en el recinto le agradecían con su hospedaje.
Todo estaba llendo bien para el de cabellos plateados.
Akemi pensaba que era como un sueño y que cualquier cosa podría hacerlo despertar de ese sueño maravilloso.

Bien aquí están los futonespronuncio el con orgullo

—Muchas gracias.

—¿Puedo ayudarle en algo más?.

—Creo que es todo,muchas gracias.

El muchacho se alejo con una sonrisa de satisfaccion en su rostro.El pasillo se hizo eterno pues la tranquilidad reinaba en el lugar.El canto de los pájaros era tan relajante.
Pero fueron perturbados por unas voces.Que de inmediato fueron reconocidas por el joven de cabellos plateados.

El decidió ir al lugar en dónde la señora de la casa recibiría a los nuevos cazadores.
Cuando cruzó la puerta se encontró con el haori de cuadros del joven.
Le mirada rojiza del cazador miro a Akemi con alegría.

¡Akemi!.

Tanjiro se acercó al chico se acercó al muchacho.Pero su alegría fue rota al ver que era un niño

¿Akemi?.

—Si.

—¿Por qué estás de ese tamaño?.

—Bueno larga historia.

El de cabellos rojizos proceso todo y después le brindo un cálido abrazo al joven.

Pensaba que estabas en una misión.

—Bueno,sucedieron muchas cosas desde que se fueron.

El de cabellos rojizos miro a su amigo.

¿Y tu uniforme?.

—Digamos que cuando me volví pequeño tuvieron que confecciónar otro.Pero ahora que no estoy en misiones debido a que mi guadaña se perdió.Ademas que me dijeron que no podría salir de aquí por dos semanas.

—¿Por qué?.

—Hice cosas que ni debí de hacer.

—Entiendo.

—Tambien me alegra ver de nuevo al rubio celoso y al jabalí.

—¡¿Cómo puedes decirlo tu?!—respondio el rubio.

¡¡Pero si es Okomo!!.

—Es Akemi.

—Pero es un mocoso.

El jabalí se acercó al pequeño,para analizarlo mejor.

No quiero tener problemas de nuevo.

—No peleare de nuevo contigo.Puedo ver qué no eres el mismo de antes.

Pero si es el un niño.

—Un niño que puede utilizar técnica de demonio.

—¡¡¿Que?!!.

Los tres amigos se sorprendieron.

El cazador de hielo (Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora