El cazador de hielo (Parte 2)

Respuestas

Aturdido era como me sentía.
No comprendía lo que pasaba a mi alrededor, todos sonaba asustados y con un toque de preocupación.

—¿Que sucede?.

—Trata de no dijerirlo tan rápidamente.

Moví mi cabeza, será por lo que hicieron. Creo que me inyectaron otra cosa.

—Me siento muy mareado.

—Trata de respirar tranquilamente.

Mi cuerpo se siente extraño. Dudo mucho que pueda ser por la extracción de sangre que hicieron.

—¿Puede ser que sea la medicina?—pregunto mi hermano.

—Quizas.

Me preocupaba de cierto modo el hecho de que me colocarán la prueba de la medicina sin terminar.

—Tu fiebre ha bajado. Creo que deberías descansar—pronuncio la pilar.

Me recostó en la almohada. Cubriéndome hasta la cintura con la manta.

—No te preocupes, seguramente mañana estarás mejor.

Su voz daba escalofríos. Me daba poca confianza, saber que la día siguiente volverían a usar me era difícil guardar silencio.

Nunca debería esperar algo del mañana.
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Al día siguiente Tanto me dijo que fue por algo que me inyectaron.
Probaron esa combinación de medicina y glicinias para saber si podrían usarlas.

—Me disculpo por no haberte dicho.

Tampoco debería reclamarle. Está haciendo lo posible para que se afectiva en los demonios.

—Espero comprendas que no quería que te sucediera nada malo, solo deseaba probar.

—No es necesario que se disculpe. Haga lo que tenga que hacer-¿Que más puedo decir?—usted hace lo posible para curarme. No pida permiso para hacer su deber, pero por lo menos diga algo para saber que debe pasarme.

Podía lograr escuchar los quejidos de Yushiro desde el otro lado de la habitación. Si que está perdidamente enamorado de Tamayo.

(¿Ya terminaste de jugar al enfermo?).

Era sorprendente que respondieras por fin.

(No me gusta esperar tanto).

¿Y eso a mí que?. Ya no quiero ser el perro que satisface a su amo.

(Pensaba que no tenías el orgullo para pelear, pero cada vez me sorprendes).

Eres solo un fanfarrón, no puedes hacer las cosas por ti mismo.

(¿Recuerdas quien le salvó la vida a tu hermano?)

Yo lo hice. Puse mi vida en tus manos aceptando un trato, pero ese trato ya no es válido.

(No te preocupes, pronto te daré algo que no podrás rechazar).

La voz que había en mi cabeza se fue.

Mientras hablaba con el, la señora Tamayo hacia su trabajo. Mezclaba cosas de diferentes olores en algunos artilugios de cristal por el sonido.

—¿Sabes mucho de medicina no es así?.

—Claro. Llevo muchos años viva.

—Esta bien. Solo quería saciar mi curiosidad.

Esperaba que el día pasará por completo o por lo menos me dijeran que podía irme.