Los berrinches de Akemi

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Tu hermano si que está enojado.

—Ni que lo digas. Apenas si puedo acercarme a la puerta.

Shinobu se percato que había hecho algo, algo que había hecho enojar a mi hermano.
Me encontraba siendo interrogado por ella, mientras se burlaba de mí.

Si que eres un buen hermano.

—Noto el sarcasmo en eso.

Se que estás feliz de que tú hermano sea normal de nuevo. Pero el quiere ayudarte de verdad.

—Tu sabes bien lo que se siente perder a tu familia.

Seguramente ella está enojada por mi comentario, pero debo hacerme entender.

Conoces ese sentimiento de protejer a tu hermana pequeña.

Si—dijo con seguridad—pero sabes, Kanao es una cazadora tiene algo en ella que la hace seguir y protejer a los demás. Mi hermana Kanae creía en ella y me hizo cambiar de parecer. Que podría lograr cualquier cosa si se lo proponía ella.

No supe que decir. Kanao es una espadachín muy hábil, puede llegar a ser un pilar.

Tengo una idea—sugirió ella—si quiere ayudar puede trabajar conmigo en la finca.

—¿Como un médico?.

—Si, podemos enseñarle aquí.

—Puede ser una opción. Pero aunque quiera el no me hará caso.

—No te preocupes, yo se lo diré.

Ella se acercó y me regaló una sonrisa.

—Además que tendrá tiempo de pensarlo.

Shinobu me daba un aire de confianza. Podía estar aquí con ella sin que le pasara nada.

Los aleteos aproximándose por la ventana me hicieron maldecir mi suerte, era el momento de ir a alguna misión.

Si que llegan puntuales—dijo la pelinegra.

¡Necesitamos al pilar del hielo!—exclamo el cuervo.

En un momento partiré. Necesito alistarme.

—¡He dicho ahora!—que cuervo tan desesperado.

[🌹🎍🌹]

Estaba abrazado a mi almohada. Tratando de evitar gritar del enojo, tal vez sea muy resentido pero no quería que me hicieran de lado.

Yo también puedo ser utildije entre dientes.

Mi estómago comenzaba a rugir, era una sensación que había olvidado.
Pero no quería salir, esperaba que mi hermano llegara y me dijera aunque sea algo

Toc toc resonó del otro lado—¿Akemi?.

Esa cálida voz, era Shinobu.

¿Te molestaría si entro?.

—Puedes entrar.

La puerta me dejó ver a la pilar.
Ella cerró la puerta lentamente detrás de si y se acercó a mi futón.

—¿Que pasa?.

El cazador de hielo (Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora