Un reencuentro inesperado

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Al día siguiente todo marchó de acuerdo a mi plan. Nadie se dió cuenta de que me fui de la casa. La única que sabía era Nori quien guardo mi secreto como una caja fuerte.

No tarde demaciado en querer volver a comer, pero está vez la mujer sombra intervino haciéndome regresar en mi. La señora ni había notado nada extraño de mi, nisiquiera los sirvientes que siempre estaban en la casa.
Pero no podía engañar a Nori o a mi mismo.
La pequeña durante la tarde en mi servicio como sirviente de la casa me preguntó sobre el hombre del día anterior. No sabía cómo evadir tal pregunta, no podía decirle que era parte de una organización de monstruos que asesinaban personas.
Le dije que era alguien que trabajaba con su padre y que había llegado por mi debido al trabajo con eso se calmaron las cosas.

Pero todo se volvió a repetir cada semana del mes y después durante todo el año. A tal grado que ya casi nunca regrese a casa.
Estar en la fortaleza me hizo perderme ahí, solo me enviaban por simples asesinatos de cazadores. Las lunas me llevaban para fortalecerme poco a poco hasta casi entrar a las lunas inferiores. Al menos para ser la primera.
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Habían pasado dos años desde que comencé a ser uno de los ciervos de ese hombre.
Había cumplido 16 años, era más pequeño que los demás demonios. Ese hombre nos citó a todos los demonios de luna inferior para algo importante.
En ese lugar comenzaron a llegar los demonios dependiendo de su rango. Pero había algo extraño, la luna No.1 no se presentó.

Todos los demonios se inclinaron ante la presencia del demonio supremo. Debía de inclinarme ante el debido a que yo ya pertenecía a ese grupo.

-Al parecer la luna No.1 murió en batalla contra un pilar....pero que decepcionante. Si la luna uno murio contra un pilar que ustedes no mueran de manera deplorable.

-L-le juramos que n-no-nosotros no moriremos de esa manera.

-Le juramos lealtad hacia usted, nunca nos rendiremos.

-Que lamentable que mueran del mismo modo, contra un pilar. Sería mucho mejor contra dos y dos escuadrones de cazadores. Pero son tan inútiles que no podrían hacer nada ante eso.

El nos miro a todos y después paso a otro tema de manera brusca.

-El motivo por el que hoy están aquí es por la nueva luna inferior No.1.

Todos me miraron con cierto rencor. Pero no podía hablar en ese momento.

-No pueden cuestionarme ya que morirán en el proceso. Si alguno de ustedes está en contra de mi voluntad que hable ahora mismo.

-Ninguna señor-pronunciaron todos al mismo tiempo.

El se marchó tiempo después, aclaro algunas cosas importantes. La cuarta luna superó me dejó en el mismo lugar antes de llegar a la fortaleza. Diciendo que tenía que seguir luchando contra cazadores y comiendo personas a más no poder. Si es que queria seguir siendo una luna.

Un pinchazo en mi ojo izquierdo sentí, dolía con forme pasaban los segundos. Mi mano llegó hasta mi rostro y tratando de calmar el dolor.
Seguramente era algo que tenía que pasar las lunas, no tengo ni idea de que es lo que tengo que hacer.

Segundos después el dolor se fue desvaneciendo. Regrese en mi, mirando a mi alrededor. Un gran poblado que poseía una cantidad gigante de luces rojas y amarillas. Los fuegos artificiales me dieron la señal de que había un festival ahí, mi curiosidad me llevo hasta lo más cercano del lugar. Pues alguien podía verme sospechoso y peor aún encontrarme con alguien que me daría problemas.

-Pasare desapercibido-hable para mí mismo.

-Ten cuidado con ese ojo-pronuncio ella-ahira dice primera luna. Así llamarás la atención.

-Asi que eso significaba el dolor de hace un rato.

-Es nuevo para ti todo esto, así que debes de ser más cauteloso. Tu fuerza ha incrementado en los últimos dos años por lo mismo de que has debitado personas con sangre peculiar.

-Eso fue lo que me ayudó, las demás lunas me miraron con cierto desprecio.

-Estan así por qué ni ellos llegaron tan rápido al primer puesto. Generalmente te detestaran por ser un demonio con solo dos años de experiencia mientras que quizás ellos tengan como uno o tres siglos de vida.

-Creo que me tendré que aislar de los que se supondrían serían mis compañeros.

-Tienes mucha razón-dijo cruzándose de brazos-asi que esconde ese ojo.

No tuve de otra más que usar mi propio cabello para eso. Ya era bastante largo como para cubrir mi rostro. Tome unos cuantos mechones y cubrí lo que tanto me atraería problemas con las personas.

Camine como si fuese alguien normal, llegue hasta la entrada del sitio. Portaba lámparas de papel con distintas figuras, algunas de animales y otras que solo eran esferas. Todo era animado ahí y aún así con eso había muchas personas reunidas en el camino.
Mis pensamientos se equivocaron al esconder mi ojo, pero si todo era tan extraño en mi llamaba la atención con facilidad. Las personas me miraban de arriba abajo, mirándome con cierta duda en sus ojos.

-¿De verdad crees que funcionó tu plan?-susurre mirando a los lados.

-Pensaba que si, pero resultó que esto es más grande de lo que crei. Demaciadas personas reunidas en un solo lugar me llena de rabia.

-Creo que somos dos....

Una gran cantidad de gente me arrastro, al parecer había algo que llamaba la atención en el centro. Personas de todos lados pasaban empujandome de un lado a otro, trataba de no perderme en toda esa multitud, de hecho me sentía mareado y perdido. Mi cabeza daba vueltas hasta que choque con alguien quien me hizo caer al intentar moverme de lugar para evitar aquel choque.

Las personas se hicieron a un lado haciendo un círculo alrededor de la persona y yo. Nos miraron con duda.

-Lo siento. ¿Te encuentras bien?.

La persona con la que había chocado me extendió su mano para ayudar a levantarme. Aquel hombre frente a mi, me recordaba a alguien.
Lo mire atentame para averiguar quién se trataba.
Cuando me levanté mi cabeza de inmediato reconoció ese rostro, mis ojos se abrieron con la sorpresa.

-Ma-makoto-susurre.

El me miro confundido.

-¿Te conozco?.

-P-perdon. Me confundí.

-No te preocupes, está bien. Te debo una disculpa por haberte hecho caer.

-Esta bien. Que tengas una linda noche.

El cazador de hielo (Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora