Monstruo

1.1K 136 2
                                    

(Narra Akemi)

Mi mente se mantenía en blanco.Mis acciones habían provocado que todas las personas presentes me temieran incluyendo me.

Por lo que más quieras,no nos hagas daño— pronunciaban las personas.

Yo...no—no sabía que hacer para que no me temieran.

¡¡Mama!!-—decía aquel niño.

Decidí dejar tranquilas a esas personas alejándome del lugar para ir con Naerim.

La lluvia comenzaba a desaparecer poco a poco dejando solo una leve llovizna fría al contacto.
Decidí subir por las escaleras para asegurarme de que Naerim siguiera ahí y estuviera todavía dormida.

(Sigue dormida).

Un suspiro de alivio escapó de mi boca.Pensaba que se había marchado o que alguien la habia encontrado.

Decidí despertarla para marcharnos del lugar.

Despierta—comenzaba a moverse despacio.

¿Que sucede?—pregunto un poco dormida.

Tenemos que irnos.

La vista de ella se centro en mi camisa que seguía ensangrentada.

¿Te lastimaste?—pregunto un poco asustada—¿Te atacaron?.

—Estoy bien,pero...tenemos que marcharnos.

—Entiendo¿Y es seguro ir afuera?.

—Totalmente seguro.

Ella se sentó en el suelo para esperar a que yo cargará con ella,al final ella seguía cubriéndose con mi chaqueta.

Vamos—ella de nuevo subió a mi espalda.

Tome sus piernas y la coloque de forma que no la lastimara.

¿No te lastimo?.

—No.

Decidí bajar del edificio y salir del pueblo.
Todo seguía húmedo lo cual me impedía que recordara por qué lugar llegamos.

El frío que sentía del cuerpo de Naerim me comenzaba a preocupar.Todo su cuerpo está a helado pero no temblaba.

¿Tienes frío?.

—Un poco.

Decidí bajar al primer piso para transportarla a un lugar menos descubierto.
Lo que más quería en ese momento era que ella tuviera con que cubrirse y encontrar a alguien que la curará.

Deberiamos de conseguir ropa para ti—me preocupaba demaciado.

¿Pero...no tengo dinero?—respondió.

No te preocupes—pronuncie.

Al bajar al primer piso busque con la mirada por una de la ventanas rotas el lugar un sitio en la dónde había ropa.
Pero no encontré nada.

(Narra Makoto)

Seguía sin encontrar a mi hermano,solo tenía su ahori y su guadaña.
No había señales de que se se moviera ya que la lluvia había hecho que el lodo borrará cualquier rastro de huella alguna.

(¡Demonios!)—pense.

Me comenzaba a desesperar.Si mi madre estuviera aquí me diría que soy un pésimo pilar.

(¿Es que acaso no entendí?el se fue por lo mismo que antes)—mi mente estaba hecha un lío.

Me acerque a uno de los árboles cercanos para sentarme un momento a pensar.
No hay rastro de el y no se por donde se fue,quizás ya ni siquiera está en el pueblo.

El cazador de hielo (Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora