El cazador de hielo (Parte 2)

Un favor

(Narra Akemi)

La mujer era muy dulce conmigo,después de que terminara de bañarme ella me hizo ropa nueva de la misma tela del uniforme.Me resultó más cómodo estando así,pero me sentía raro sin mi ahori.

-¿Que sucede?¿No te gusto la ropa?..

-Me encanta,pero....

-¿Pero?.

-Antes,tenía un haori.

-Perdon,conseguiré tela para hacerlo.

-Prefiero mejor así.

-No te preocupes,estoy dispuesta a hacerlo...¿podrías decirme cómo era?.

-Era blanco con dibujos de pequeños copos al final de las mangas y la cintura.

-Parece que será fácil hacerlo.

-¿Puedo hacerle un dibujo?.

-Seria mucho pedir...

-Lo haré.

Salí disparado para buscar en algún lugar papel y colores,para hacer el dibujo.Me encontré con el esposo de la mujer,al parecer el se dedica a sus cultivos y al comercio de sus vienes.

-Hola pequeño-pronuncio.

-Hola señor.

-¿Que estás buscando?.

-Papel y colores.

-El papel esta ahi-señalo.

-¿Y los colores?.

-Estan en el cajón de abajo.

Encontré algunas fotos de los dos,algunas de su boda y su vida diaria.Pero no había ningún niño con ellos,puede ser que todavía no piensan en tener uno.
Al buscar en los cajones de un viejo escritorio acompañado de un gran estante lleno de libros,era muy grande para mi estatura.
Decidí salir del lugar para ir con la mujer,ella había conseguido tela blanca y suave ante el tacto,pareciera terciopelo.

-Perdon por no saber dibujar bien.

-Estoy segura de que tú dibujo será muy bonito.

Mis manos estaban ansiosas por comenzar,no tenía nada de conocimiento sobre el tema pero recuerdo a la perfección mi ahori.
Después de casi unos minutos termine,los colores me ayudaron a señalar el color de los copos al igual que el degradado entre en azul y el blanco.

-Muchas gracias,me ayudara mucho-la mujer tomo el papel con emoción.

-Me alegra mucho que mi dibujo sea de tu agrado-no pude evitar sonreir.

-Eres muy tierno-la mujer me tomo de una de mis mejillas y la pellizco.

No recordaba que me dolieran tanto eso,mi mejilla me dolió mucho y no pude soportar llorar.

-¡Waaa!-grite sin pensarlo.

-¡¡Lo siento,perdón!!-ella me tomo en sus brazos para calmarme.

Pensé que ser pequeño tenía sus ventajas,pero el dolor se intensificó mucho.

-Ya, ya discúlpame-ella me apego a su pecho con delicadeza-Eres tan adorable,que no pude resistirme a pellizcar tu mejilla.

Ella me dejó en el suelo y solo logré colocar una mano en mi cara,dejaría una marca roja.Decidi seguir dibujando en las hijas de papel mientras le hacía compañía a la mujer.
Termino más rápido de lo que creo,pues después de media hora había acabado.
Exactamente era el mismo que había perdido,aunque no podía soportar el hecho de que el antiguo ahori tenía un valor sentimental.