El cazador de hielo (Parte 2)

Necesitas de mi

Decidí ir a dentro,no es que me molestase el frío o algo por el estilo.Me sentía cansado y unas inmensas ganas de dormir se apoderaron de mi.

Cerré mis ojos con delicadeza,ni siquiera logré percibir la sensación de mis párpados cerrarse.
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—Parece que te has quedado profundamente dormido.

Mi mirada se centro en una mujer.La misma mujer demonio a la que me enfrente en la cueva.

—¿Por qué estás aquí?.

—Será por qué hay una conexión entre la guadaña y tú.

—¿La guadaña?,no la tengo en mi poder.

—No la tienes,pero siguen conectados.

—Eso no es posible.

—No logras comprender bien—ella se acercó a mi—esa cosa está hecha de mi sangre y metal del sol.Seguire contigo hasta el fin de los tiempos.

—No,si es que te mantengo al margen.

—Pronto dejaras de ser parte de los "buenos" y entenderás mi pensamiento.

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Mis ojos se abrieron,mi respiración era acelerada.De nuevo más pesadillas.
Me lleve una mano a mi frente,estaba sudando y mi corazón acelerado,podía sentir que se podría salir en cualquier momento.

—¿Hem,Akemi?—la voz de una mujer se escuchó.

—¿Si?¿Que sucede?.

—La ropa del pilar está mojada.

En ese momento mis pupilas se dilataron,me levanté del futon arrojando el kakebuton por los aires.
Me arrastre en dirección a la puerta y la abrí.La señora de la casa estaba enfrente.

—Me disculpo por eso,en un momento conseguiré algo con que cubrirme y...

—No te preocupes,se de tu situación.Yo saldré a ponerla al sol.

—Pero fue mi culpa,me quedé dormido y me olvidé por completo de eso.Le ruego que me disculpé y me permita quedarme aquí.

—No es nada,solo trata de descansar.Me has ayudado estas últimas semanas y además dejaste impecable el jardín y la puerta.

—Esta bien.

—¿Por cierto?—señalo—tu cabello tiene una pequeña mancha oscura.

—Quizas sea una diminuta bola de tela,me daré un baño después.

—Puedes hacerlo ahora,si quieres.

—Muchas gracias.

Ella se retiro y cerré la puerta.La conversación me hizo dudar.
Me acerque a un pequeño espejo que se encontraba en uno de los cajones de los muebles de la habitación.Comence a buscar entre mi cabello.
Pero no había caído nada,revise bien y no era una mancha era un mechón de color negro.

—¿Que es esto?

Comencé a revolver mi cabello al estar comenzando a desesperarme.Tratando de buscar una teoría convincente,pero nada venía a mi mente.

—Esto es muy extraño,trataré de cubrirlo con algo.

La preocupación me invadía,busque unas tijeras,tal vez si lo corto mi cabello vuelva a estar blanco.
Encontré las tijeras y corte el mechón que tantos problemas me había dado.
Decidí olvidar todo eso y comencé a divagar en mis pensamientos.
El recuerdo de la primera pesadilla llegó a mi.