eyes on you ✄ jeon jungkook.

cap.54

Mordí mi labio con cierta fuerza al oír a Jeon decir eso. Eso no significaba nada bueno.

De pronto comencé a pensar en como podría escapar.

Mire a Jeon intentando disimular el miedo que comenzaba a carcomerme de pies a cabeza, esperaba que él no lo notara. Pero sabía que eso era casi imposible.

Sus ojos divagaban nerviosos por todos lados, y su mano derecha se movía inquieta.

Suspiré temblorosamente recordando las palabras de Alena. Cada letra que pronunció acerca de Jeon comenzaba a  acumularse dentro mío.

Recordaba haberme negado rotundamente a creer sus palabras, pues, habían sido completamente enfermizas y perturbadoras.

Miré a Jeon sigilosamente por segunda vez, y noté que se encontraba mirando hacia la ventana y puerta de la habitación maniáticamente.

— Jeon— murmuré por lo bajo, intentando captar su atención. Lo único que se oía era el silbido del viento arremetiendo contra la ventana.

Finalmente me miró fijo, y en un par de segundos pude notarlo más relajado.

El viento de repente pareció querer romper la ventana, lo cual me asusto y solté un pequeño brinco sobre la cama.

Al volver a mirar a Jeon este se encontraba mirándome totalmente ensimismado.
Yo ya comenzaba a sentirme más nerviosa de la cuenta.

Nunca sabía lo que podía estar pensando. Pero sus ojos siempre me habían dado una idea.

Jeon parecía no querer hablar, era todo lo contrario, ni siquiera parecía estar conmigo en este momento. Y yo ya comenzaba a arrepentirme de haber pedido lo de hace un momento.

Mordí mi lengua levemente y comencé a arrastrar mi cuerpo hacia la orilla de la cama para poder levantarme.

Miré de reojo a Jeon y mi estómago se revolvió cuando lo noté seguirme con su mirada casi sin pestañear.

— ¿A donde vas?— su repentino y tosco tono de voz me hizo parar de inmediato. No se escuchaba para nada alegre, es más, se oía casi molesto.

Y a mi no me gustaba que me hablase de esa manera.

Mantuve mi mirada sobre mis pies balanceándose ligeramente en el aire y batí mis pestañas intentando quitar la sensación de encierro que comenzaba a desesperarme. Me sentía sofocada.

— Siento que no quieres hablar— susurré mirando hacia abajo, comenzaba a estresarme. Me sentía en una guerra conmigo misma, por un lado quería saber la verdad; quería saber lo que en realidad había sucedido... pero por otro lado no quería hacerlo, porque por alguna razón me dolía ver a Jeon de esta manera.

Me dolía verlo angustiado.

El viento seguía golpeando la ventana tediosamente, lo cual aumentaba mi estrés.

— Jeon, si no quieres hablar está b...

— Tenías trece años cuánto te conocí— soltó de manera espesa, mi estómago se revolvió con fuerza de inmediato y sentí mis extremidades entumirse; Alena había dicho que lo había conocido cuando tenía catorce, y yo recordaba lo mismo— pasó un año completo hasta que me conociste. Fue un año completo en el que yo sabía de ti, sabía más de lo que se considera sensato, mientras que tú ni siquiera sabías de mi existencia.

Subí mi mirada hasta la suya y noté como sus ojos denotaban cierto morbo.

— Eso no es gracioso, Jeon— murmuré sin saber como reaccionar. No pude evitar el leve temblor en mi voz ni lo débil que me escuché.