cap.40

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Me sentía enferma.

Jeon me producía miedo. Pánico. Terror.
No podía negarlo. Mi cuerpo me delataba cada vez que podía.
Cada vez era peor.

Él no estaba bien. Actuaba extraño conmigo. Estaba enfermo.

Eso no me gustaba. Para nada.

Sentía ganas de llorar cuando su toque estaba sobre mí.
Me hacía recordar mis pesadillas.
Me hacía sentir como una muñeca.
Me hacía sentir como una marioneta.
Me hacía sentir... completamente sumisa.

Y eso no me debía gustar.

Repetía esa oración en mi cabeza obsesivamente mientras sentía como bajaba lentamente la media de mi pierna derecha.

— J-Jeon— temblé asustada. Mi cuerpo no dejaba de tiritar y mi rostro quemaba tanto que ya se estaba volviendo tedioso.

La mano de Jeon se detuvo por completo. Solté aire sintiendo un poco de alivio tras eso.

Tal vez si se detenía me sería más fácil pensar, tal vez si se detenía...

— Acéptalo, conejito— murmuró roncamente sobre mi oído casi en un susurro. La sensación de sus labios rozando la piel del lóbulo de mi oreja me hizo cosquillas y solté un pequeño suspiro— quieres que te toque.

Su mano nuevamente rodeó mi muslo, a lo que atasqué mi respiración completamente perpleja.
Acto seguido, sentí la yema de su pulgar comenzar a hacer círculos sobre mi piel, donde aún se encontraba el moretón de la última vez.

— Admítelo— la voz de Jeon era cada vez más pesada y morbosa, lo que por alguna razón me hacía temblar aún más. Su pulgar se detuvo y lo mantuvo sobre mi moretón— ¿o ya olvidaste como gemías mi nombre mientras rozaba mi pene contra t...?— no tuve tiempo para reaccionar ni de escuchar más sus palabras cuando su pulgar se enterró en mi piel con fuerza.

Abrí mi boca por inercia, y antes de poder soltar algún sonido sentí los labios de Jeon chocar contra los míos con brusquedad.

Seguía presionando con fuerza la piel de mi muslo y, al tener un moretón en esa zona, el dolor era mil veces peor.

Pero lo único que salía de mis labios eran gemidos ahogados.

Jeon movía sus labios con urgencia y casi con desespero, no podía seguirle el ritmo y sentía que los iba a romper.

En cuestión de segundos, el cuerpo de Jeon chocó por completo contra el mío; y pude sentir un bulto contra mi zona íntima.

Jeon soltó un sonoro gemido y mordió con fuerza mi labio inferior. A lo que chillé de dolor y apreté las sábanas entre mis dedos con desespero.

De un momento a otro ya no quería que se detuviese.

Jeon separo sus labios de mí y alzo levemente su rostro, al punto de poder ver sus facciones.

Por alguna razón, al momento de mirar sus ojos, sentí mi estómago apretarse y mi rostro comenzó a quemar aún más, por lo que desvíe mi mirada sintiendo vergüenza.

La mano de Jeon no tardó en llegar hasta mi cuello de manera sumamente posesiva y descuidada. Posicionó su pulgar en mi mentón y lo movió de tal modo que mi rostro quedó frente a la de él nuevamente.

Tragué saliva sintiendo mi corazón a punto de salir de mi garganta del nerviosismo.

Los ojos de Jeon no dejaban de moverse por mi rostro y mi cuello, cubierto por su mano, de manera obsesiva.

Podía jurar que sus pupilas se habían dilatado.

Las comisuras de sus labios comenzaron a temblar levemente.
Sus ojos finalmente se mantuvieron fijos en los míos.

eyes on you  ✄  jeon jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora