cap.42

4.4K 320 109
                                    

Al momento de despertar, ni siquiera tuve la voz para soltar el doloroso quejido que salió de mis labios.

Nunca había sentido tanto dolor en mi vida.

Lo único que estaba en mi mente era el intolerable ardor que sentía en mi zona íntima, piernas, cintura, cuello y muñecas.

No podía moverme en absoluto.

Recuerdos de lo sucedido hace unas horas comenzaron a bombardear mi cabeza con fuerza.

Mi rostro instantáneamente comenzó a quemar.
Cerré mis ojos sin poder creerlo.

Ni siquiera quería mirar el rostro de Jeon.
La vergüenza que sentía en ese minuto era inigualable.

Apreté mis puños con ímpetu al recordar que me había escuchado y mirado haciendo todo eso.

Atrapé mi respiración y pensamientos al percatarme que Jeon debía estar al lado mío.

No, no, no, no, no.
¿Ahora que iba a hacer?

Lentamente, y con sumo cuidado, abrí mis ojos.

Lo siguiente que vi fue la cama completamente impecable.
Jeon no estaba, y no había siquiera rastro de que alguien en la vida haya tocado la cama.

Estaba intacta.

Con total extrañeza y confusión, y sin pensarlo dos veces, erguí mi cuerpo hasta sentarme.
Tuve que morder mis labios para no soltar un chillido tras el dolor que sentí. 

Miré a ambos lados mientras sobaba con suavidad la piel de mi cuello.

La cama estaba totalmente ordenada.

Miré finalmente hacia mi regazo y abrí mis ojos a más no poder al notar que hasta estaba con distinta ropa.

Estaba vestida con un pijama extremadamente infantil con, para variar, diseño de varios conejos blancos.

Mi corazón bombeaba con fuerza contra mi pecho y mi respiración se había agitado un poco.

¿Es que acaso Jeon me había cambiado de ropa?

Sentí mi rostro quemar por segunda vez en el día sin lograr tolerar la vergüenza que sentía por cada rincón de mi cuerpo.

¿Donde estaba Jeon?

Esa pregunta salto de la nada a mi cabeza, y por alguna razón comencé a sentirme angustiada.

¿Por qué no estaba aquí?... ¿Donde había ido?... ¿Cuando se había ido?

Miles de preguntas comenzaron a llenar mi mente, acrecentando mi angustia. No podía quitar a Jeon de mi mente.

Miré hacia la derecha y mi mirada chocó con una mesa de noche.
Una cámara y una paleta de cereza sobre ésta llamaron mi atención por completo.

De un segundo a otro, mis manos ya se encontraban abriendo la envoltura de la paleta con desespero.

Al momento de introducirla en mi boca, sentí mi cuerpo relajarse por completo y no pude evitar soltar un suspiro.

No podía dejar de pensar en Jeon.

Fije mi vista en la cámara sobre la mesa de noche, estaba segura de no haberla visto antes.

¿Qué fotos tendrá?

La curiosidad comenzó a cosquillear en mis manos y pies poco a poco.

Pero no, no debía tomarla.

A Jeon no le gustaría que la tomase. Eso no se hace.

Me auto regañé al pensar en tomarla.

Probablemente tenía fotos importantes, cosas que no debo ver porque no me corresponde.

eyes on you  ✄  jeon jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora