eyes on you ✄ jeon jungkook.

cap.2

—Señorita Sang Hee— la profesora Myung llamó.

Me levante de mi puesto rápidamente para acercarme y ver mi última nota del año, que era de biología. Una de mis materias favoritas.

Nota máxima.

—Muy bien Hee, estoy segura que lograrás ser lo que desees ser en el futuro—dijo la profesora con mucha sinceridad en su voz, lo cual agradecí.

—Muchas gracias—sonreí para volver a mi lugar.

Este era el último día de clases, finalmente terminaba la preparatoria. Lo único que quería era entrar a la universidad y estudiar medicina. Ese siempre fue mi sueño y gran meta en la vida; ayudar a los demás y hacer lo posible para aportar aunque sea un granito de arena en esta sociedad. Siempre me interesó medicina, por lo que me la pasaba leyendo libros de anatomía, viendo vídeos de cirugías o leyendo sobre que hacer en caso de emergencias y todo relacionado a eso. Así si Alena algún día llegaba herida o algo así yo podría ayudarla. Afortunadamente nunca ha ocurrido algún escenario de esa índole. A lo más ha llegado llorando porque se ha cortado con papel.
Alena, además de ser una llorona profesional, odia la sangre; por lo que por cualquier cosa va siempre a pedirme ayuda.

El timbre resonó por todo el instituto por lo que todos gritaron en modo de celebración. Por fin todo había terminado.
Salí con una leve sonrisa en mi cara y me dirigí directamente al departamento de Alena. A pesar de ser un día totalmente bueno para mí el clima no estaba para nada de mi lado. Llovía muy fuerte y el viento parecía querer romper los árboles.
Hice una mueca al recordar que debía ir a pie y que no tenía ningún amigo o amiga que pudiera llevarme. No me quedaba de otra que ir caminando.

Antes de poder salir a lo que era el infierno recordé el mensaje que había leído en el celular de Alena. Miré la hora; faltaban 15 minutos para que marcaran las 4.p.m.
Tal vez Alena podía recogerme y dejarme en su departamento y luego ir a buscar a su amigo o lo que sea que era.

Para mi era uno de los mejores planes de mi vida, además le diré que saque nota máxima en biología por lo que merecía un "regalo".

Marqué el número de Alena y espere a que me contestara.

1 pitido...2 pitidos... 3 pitidos...

—Hee, ¿pasa algo?— Se escuchó a Alena en la otra línea algo preocupada. No acostumbraba a llamarla, solo cuando realmente lo necesitaba.

—Verás, mi hermosa amiga, el clima de hoy está bastante mal. Así que me preguntaba si es que podías pasar a buscarme en tu precioso y perfecto auto, el cual, no es por nada, pero hace tanto que no lo veo que creo que lo estoy olvidando...— formulé con la lengua totalmente trabada mientras que con mi otra mano jugaba nerviosa con el dobladillo de mi falda.

—Hee...

—Tuve nota máxima en biología hoy día y ni te imaginas, esa prueba estuvo tan difícil que fui la única en tener buena nota—aclaré mi garganta con orgullo— deberías estar orgullosa y no se, siento que merezco un premio y yo no estoy pidiendo mucho. Deber— Alena cortó mi gran discurso para que ella pudiera hablar.

—Ya, esta bien Hee. Espérame allá—exclamó rendida y con un deje de diversión a lo que yo sonreí como el gato de Alícia en el país de las maravillas.

—Eres la mejor, Alena—corté la llamada muy satisfecha con el resultado.

Me senté afuera del edificio a esperar a Alena, no debería demorar más de 5 a 10 minutos.

¿Quien era Jimin? ¿Y porque se me hacía tan familiar?

Esas preguntas eran lo único que ocupaba mi cabeza.