eyes on you ✄ jeon jungkook.

cap.19

Su mano en un ademán brusco y repentino alcanzó a rozar la mía en un intento de tomarla con brusquedad. Inmediatamente, en un impulso de adrenalina y terror, me arrastre desesperadamente en el suelo  llevándome varios golpes al chocar contra la cama. Cuando logré levantarme me abalancé a la puerta casi cayendo de bruces para tomar el pomo a duras penas. Salí de la habitación para luego cerrar la puerta a mis espaldas con fuerza, provocando un estruendo tras el portazo y además por algunos cuadros que cayeron de la pared al suelo quebrándose.

Tenía que salir de aquí.

Mis piernas comenzaron a moverse solas por el infinito pasillo, las paredes blancas y el piso obscuro por alguna razón me comenzaban a marear. Finalmente logré ver las escaleras por lo que comencé a bajarlas estrepitosamente con la respiración vuelta un desastre; sentía que me ahogaba y mi garganta cada vez quemaba más. Salte los últimos escalones para finalmente llegar a lo que pensaba ser el primer piso.

Debía encontrar a Gi y salir, para llegar a Alena y estar bien.
Con ella estaría a salvo y nada de esto pasaría, esto es mentira, es una pesadilla, no es rea...

Escuché minuciosos pasos desde el piso de arriba por lo que sin siquiera parpadear comencé a correr nuevamente. Abrí puerta tras puerta pero ninguna me llevaba a la salida de la casa.

Con el corazón casi en mi mano y mi cabeza palpitando por el calor que irradiaba mi piel tomé el pomo de otra puerta para finalmente soltar una bocanada de aire con un profundo sentimiento de alivio.

La puerta principal.

Me lancé a ella y con mis manos empapadas de sudor tomé el pomo para luego girarla con fuerza.

Sentí como mi estómago se revolvió dolorosamente y una sensación de angustia inundó cada rincón de mi cuerpo; al punto de sentir mi cuerpo volverse pesado como una piedra.

La puerta no abría.

—No, no, no— comencé a murmurar maniáticamente ahora intentando girar el pomo con brusquedad hacia todos los lados posibles.

No había caso.

— Por favor, tienes que abrir...— sollocé sin poder ver lo que estaba haciendo a causa de las espesas y calientes lágrimas que ya invadían mis ojos y rostro con ímpetu.

Tal vez podía escapar por la ventana... otra puerta... tenía que...

— Pequeña— dejé de moverme y atasqué mi respiración sin dejar de temblar frenéticamente, su aroma inmediatamente inundó el lugar haciendo que solo pensamientos perturbadores ocuparan mi mente— preguntare una vez más— musitó sin poder reconocer su voz— ¿qué estás haciendo?

Hipaba enfermizamente y los sollozos no dejaban de atacarme constantemente. No podía pensar en nada.

Sentí cómo comenzó a acercarse a mi cuerpo lentamente, un pánico extremo comenzó a subir desde mis pies a cabeza; mas no logré moverme.

Finalmente sentí su cuerpo detrás mío, su respiración calmada y profunda era lo único que escuchaba además de los latidos de mi corazón desbocados.

Podía jurar que su cuerpo estaba casi rozando el mío.

Su mano derecha apareció en mi campo visual y solo me limité a observar como acercaba ésta hasta mis manos, las cuales se encontraban sobre el pomo de la puerta temblando exageradamente.

Envolvió mis manos con su mano para luego acercar su mano izquierda también, lo que finalmente hizo que su cuerpo chocara con el mío a mis espaldas.

Las sostuvo entre sus manos para comenzar a acariciarlas con sus pulgares de manera delicada y lenta.

Ni siquiera respiraba. Ni siquiera parpadeaba. Apenas podía mantenerme de pie.