eyes on you ✄ jeon jungkook.

cap.10

No salgo de mi habitación hace más de una semana. Y es que no me sentía con ánimos para salir de mi cama. Desde el "incidente" de mi gala de licenciatura me he sentido muy mal, siento que todo eso fue mi culpa.

Sus palabras eran lo único que ocupaban mi mente.

"Siempre supe que fingías, finges ser inocente e ingenua pero realmente lo único que quieres es que te f..."

Solté un gemido de frustración girando sobre mí de manera brusca, odiaba ser yo.
No me gustaba que la gente pensase que era una niña.
No me gustaba que la gente pensase que soy tonta.
No me gustaba que la gente pensase que podía pasarme a llevar.

No me gustaba ser yo.

Unas lágrimas cayeron por mis mejillas, lágrimas de frustración y tristeza.

Soñaba con conocer a alguien que no pensara eso de mi, que me aceptase por como soy, que me quisiese por quien soy.

Que me ame incondicionalmente.

Sabía que eso nunca pasaría.

Decidí por levantarme y ducharme, lo necesitaba. Aprovecharía este momento en el cual Alena no estaba en el departamento, así evitaría que me saturase con preguntas.

Gi se encontraba durmiendo plácidamente en mi cama, ella tampoco ha tenido mucho interés en salir de mi habitación.

Entré al baño y sin mirarme al espejo me metí a la ducha para asearme.

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Decidí por colocarme una remera de color lila, era de talla grande por lo que me quedaba bastante ancha y larga; me llegaba hasta casi las rodillas. Debajo de esta me puse unas calzas negras y finalmente en mis pies me puse unos calcetines gruesos con diseño de ovejas.

Mi habitación olía a coco y frutilla por mi cabello, me encantaba el aroma y a Gi parecía que también ya que comenzó a pedir comida.

Salí de mi habitación y me dirigí a la cocina para darle comida a Gi, tomé la bolsa de alimento y comencé a vaciar un poco en su plato.

Mientras hacía esto escuché golpes en la puerta principal lo que me hizo sobresaltar.

Me extrañé, sabía que no era Alena. Y la última vez que ocurrió esto y abrí la puerta el resultado no fue muy bueno.

Gi como si nada pasara comenzó a comer como si no hubiese un mañana, que exagerada.
Había comido hace una hora a lo más.

La puerta nuevamente fue golpeada, me levanté del suelo lentamente y caminé hacia esta de la misma manera.

¿Quien podría ser?

Me acerqué a la puerta, al punto de apoyar mi oído contra esta.

Podía escuchar la respiración de una persona, totalmente calmada, y también se sentía un ambiente tranquilo. Lo que me hizo sentir un poco más de seguridad.

Nuevamente golpeó la puerta, por lo que me alejé abruptamente de la puerta.

—Alena—llamó una voz grave y tranquila al otro lado de la puerta. Su timbre de voz se me hacía bastante familiar y por alguna razón comencé a sentirme ansiosa, pero con mucha curiosidad a la vez.