eyes on you ✄ jeon jungkook.

cap.71

Cada paso que daba se sentía como una herida más en mi cuerpo. ¿Estaba haciendo lo correcto?

Intentaba pensar en la respuesta, la verdad no estaba segura de nada. Ni siquiera sabía lo que estaba haciendo, ni el porqué.

Pero no podía echarme para atrás.

La oscuridad absoluta me tragaba cada vez más, era sumamente angustiante.

El olor a humedad llenaba mis sentidos, y la desagradable sensación de mis zapatos llenos de agua me distraían de la locura.

Jeon probablemente no permitiría que hiciese lo que estaba haciendo en este momento. Ni un poco.

Pero, en primer lugar, ¿por qué no lo permitiría?

Esa era la pregunta que rondaba dentro de mi cabeza mientras intentaba distraerme de la sofocante oscuridad que comenzaba a carcomerme.

Me detuve en seco, con el cuerpo y alma heladas. Había oído un ruido, y ya me era casi imposible ver algo a mi alrededor.

Apreté mis labios de forma temblorosa, al igual que mis puños. Mis ojos estaban tan abiertos que dolían, y recién había notado que no había estado respirando.

— ¿H-Hola?— logré modular con un tono de voz irreconocible para mí. El miedo borboteaba de mi boca y era más que evidente.

Al decir esas palabras, sentí como si me hubiesen apuñalado. Mi cuerpo se entumió por completo. Ni siquiera había querido hablar.

— ¿Él no te está siguiendo, v-verdad?

Atasqué mi respiración al oír una voz femenina a unos cuantos metros de mí. El terror en sus palabras me había dejado paralizada. Me sentí petrificada, sin ganas de mover un músculo.

Pestañeé con manía sin mover mi rostro. No podía ver absolutamente nada y eso era desesperante.

— P-Por favor dime que Jeon no viene— la voz se quebró por completo y el pánico en ella era inquietante.

Tragué fuerte y mi respiración comenzó a agitarse. En un movimiento brusco giré mi cabeza hacia atrás, mi estómago se revolvió dolorosamente al ver el largo camino que había recorrido. Por lo poco que pude divisar gracias a mi visión borrosa, Jeon no se veía.

Ya no sabía que pensar sobre él.

— N-No— logré contestar sintiendo mi lengua arder— solo oí gritos y quise a-ayudar.

La lluvia seguía cubriendo mi cuerpo, ya ni siquiera sentía mis extremidades. Y podía apostar a que mis labios se encontraban casi azules por el frío.

— A-Ayúdame por favor— la oí nuevamente, notando desespero en su voz— estoy en esta c-cabaña, por favor.

Llevé mi vista hacia la izquierda, siguiendo su voz. Mi vista aún no lograba acostumbrarse a la abrumadora oscuridad.

Llevé mis pies hacia donde suponía que estaba la cabaña. Era difícil, y el nerviosismo crecía dentro de mí de manera enfermiza.

Y en un abrir y cerrar de ojos, mi pie resbaló sobre una roca y caí de rodillas al suelo.

Me quejé por lo bajo, mordiendo mis labios con todas mis fuerzas. Sentí como mi rodilla se hirió dolorosamente, mas ignoré el ardor y me levanté de inmediato del suelo. No podía perder tiempo.

— P-Por aquí, está abierto— la voz era cada vez más clara, pero urgente a la misma vez. Lograba darme escalofríos por todo el cuerpo.

Me recordaba a alguien.