cap.15

7.2K 433 212
                                    

Desperté con dolor de cabeza, era tan fuerte que ni siquiera recordaba quien era o donde estaba. Abrí mis ojos con pesadez y traté de moverme pero varias puntadas de dolor invadieron mi cuerpo haciéndome gemir y quejar. Por lo que decidí quedarme tranquila sin moverme ni intentar nada.

—A-Alena— llamé con la voz ronca y débil en un intento de pedir ayuda pero no recibí respuesta y el hacer eso me dolió más de la cuenta.

¿Qué me había pasado?

Sentí unos pasos lentos en mi habitación por lo que abrí mis ojos con urgencia.

—Alena, m-me duele m-mucho— me quejé intentando moverme nuevamente pero no había caso.

Espere su respuesta pero hubo silencio, un silencio tremendo. Era casi como si estuviese sola.

Pestañeé triste, tal vez había imaginado pasos. Suspiré temblorosamente y miré la pared intentando pensar en que hacer. No recordaba muy bien que había pasado como para que haya terminado de esta manera. Lo único que sabía era que no podía moverme, solo parpadear no me causaba dolor.

Cerré mis ojos con suavidad e intenté recordar. Inmediatamente una puntada llegó a mi cabeza haciendo que me quejara y cerrara los ojos con fuerza.

No podía dejar que esto ocurriese de nuevo. Estaba harta de lo mismo siempre. Algo debía recordar.

Gi.

Inmediatamente abrí mis ojos con rapidez y comencé a preocuparme. ¿Dónde podría estar?

—¿Gi?—hablé pero apenas pude escucharme. Tomé una bocanada de aire y mi voz tembló por la impotencia y preocupación que ya comenzaba a consumirme— Gi— llamé nuevamente con un poco más de fuerte, sin embargo no tuve respuesta. Mi estómago se apretó con angustia. Intenté girar para así poder mirar la puerta y mi habitación pero mi cuerpo nuevamente dolió más de la cuenta haciendo que quedara estática.

Mi respiración se volvió un poco más agitada y pesada por la angustia e impotencia. No podía pasarle nada a Gi. Simplemente no podía.

—G-Gi, por favor— mi voz se quebró, me sentía terrible. Si algo le había ocurrido era mi culpa, ni siquiera podía cuidar de mi misma. ¿Como había sido tan ingenua pensando en que podía cuidarla a ella también? Era tan tonta. Solté una lagrima, como siempre lo único que sabía hacer era llorar. Me odiaba. Ya no me soportaba.

Atasqué mi respiración al sentir un peso sobre mi cama y unas pequeñas patas sobre mi cuerpo.

—¿Gi?—llamé casi eufórica, sin poder importarme el dolor giré un poco sobre mí y Gi estaba olfateandome ansiosamente.

Miró mi rostro y saltó a mí para comenzar a lamerme sin parar lo que hizo que riera con felicidad. Podía hasta llorar de emoción.

—Gi, te quiero mucho. Perdón de v-verdad— comencé a lloriquear de alivio, ella seguía lamiéndome por lo que me dificultaba hablar.

Gi se calmó y se acostó al lado de mi, para luego bostezar.

—¿Donde estabas?—reí sorbiendo mi nariz calmándome un poco.

—Estaba conmigo.

Brinqué en mi lugar y sentí como mi corazón dejó de latir por un segundo. No podía ser él. No quería que fuera él. No podía ser cierto.

Sentí como comenzó a caminar por lo que me puse nerviosa. Parpadeé sin querer abrir los ojos, al abrirlos lo vi parado a los pies de mi cama.

Su rostro... ¿acaso no había dormido?

eyes on you  ✄  jeon jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora