cap.32

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Jeon había dicho que lo esperase dormida. Se le presentó algo muy importante por lo que tuvo que salir, y probablemente llegaría algo tarde.

Intenté, indirectamente, convencerlo de que no saliera pero todo intento fue en vano.

No quería quedar sola en casa con Gi, me daba terror. Por alguna razón tenía una pésima sensación respecto a estar sola en mitad de la noche.

Jeon al parecer notó mi angustia, por lo que intentó calmarme diciendo que no pasaría nada; nadie sabía donde estábamos y todo estaba muy lejos.

Yo no estaba muy segura sobre eso.

Había pasado casi dos horas desde que Jeon había salido y yo estaba acostada mirando al techo sin querer siquiera parpadear; la luz de la luna era lo único que me permitía ver algo dentro de mi habitación.

¿Qué hora sería?

Miré el pequeño reloj rosado bebé que se encontraba en mi mesita de noche.

01:34 a.m.

Suspiré pesadamente cerrando mis ojos. Ya no aguantaba del sueño, tendía a dormir a las 22:00 p.m. pero a la vez no quería quedarme dormida, tenía miedo.

Estaría tranquila hasta que Jeon llegase a la casa.

Gi subió a mi cama de un salto y se recostó al lado mío. La tape con una de las mantas y se acurrucó en mi pecho.

Comencé a acariciarla y mis ojos ya comenzaban a cerrarse por si solos, intentaba luchar contra la somnolencia pero cada vez era más difícil.

Cuando finalmente mis ojos se cerraron, escuché cierto ruido desde afuera de mi habitación.

Abrí mis ojos de sopetón y solté aire con alivio al saber que Jeon había llegado.

Intenté acomodarme para dormir plácidamente pero, nuevamente, escuché ahora un estruendo.

Jeon no era ruidoso. Siempre procuraba ser silencioso cuando yo dormía.

Con cierta preocupación dentro de mi cuerpo, tomé las mantas que cubrían mi cuerpo y las levanté cuidadosamente para levantarme de la cama. Gi se limitó a acomodarse y seguir acostada.

Me puse mis pantuflas de conejo y me dirigí sigilosamente hasta la puerta de mi habitación. Pegué mi oído junto a la puerta para lograr oír algún otro ruido más pero no escuché nada.

Con el ceño fruncido tomé el pomo de la puerta y lo giré con cuidado. Lo siguiente que logré ver fue la oscuridad absoluta del pasillo.

Comencé a caminar por el pasillo, procurando no emitir sonido alguno, hasta llegar a las escaleras. Como de costumbre, me senté y comencé a bajarlas de esa manera para evitar caerme.

Me tomaba mi tiempo al bajar escalón por escalón, me mantenía un cierto tiempo sentada en cada uno intentando escuchar algún ruido extraño.

Cada vez me convencía de que había sido el viento y no Jeon, si hubiese sido Jeon probablemente ya hubiese estado en su habitación.

Pero la esperanza no la perdía y me gustaba pensar que, aún así, era Jeon quien había llegado.

Finalmente llegué al último escalón, por lo que me levanté. Permanecí parada unos minutos intentando notar algo extraño.

Brinqué en mi lugar cubriendo mi boca bruscamente al escuchar estruendos desde la puerta del pasillo al que había ido la otra vez.

El pasillo que daba a esa habitación, a la cual nunca mas volvería en mi vida.

eyes on you  ✄  jeon jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora