cap.28

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— Señorita Sang— subí mi mirada en un brinco mientras mis dientes castañaban bajo la fría lluvia— ¿por qué no entra? Lleva casi treinta minutos parada ahí, usted y su mascota pueden enfermarse— asentí intentando sonreír al guardia que generalmente me recibía en el departamento de Alena.

Ver el edificio parecía un sueño, hace meses no lo veía...

Asentí intentando sonreír mientras entraba al edificio.

— Hace mucho no la veía, la señorita Alena debe extrañarla muchísimo.

Alena.

¡Alena!

Mi sonrisa se ensanchó a más no poder y no pude evitar soltar una pequeña risa. Acto seguido corrí a las escaleras para comenzar a subirlas aceleradamente.

—Gi, vamos a ver a Alena. Por fin, estaremos como antes ¿recuerdas? Con tu cama y juguetes, todo será como antes— comencé a balbucear atropelladamente hasta que finalmente llegué al piso.

Comencé a trotar hasta el departamento y no podía estar más feliz, Gi también se veía emocionada y es que como no.

Finalmente me detuve frente la puerta del departamento de Alena y toqué ésta sin esperar a nada más.

Acomode a Gi sobre mis brazos y le sonreí.

Abrí mi boca para llamarla por su nombre pero unas voces detrás de la puerta me detuvieron.

— Jeon, te lo vuelvo a repetir. No sé dónde está, no sé de ella hace más de un mes— la voz de Alena totalmente temblorosa y descompuesta me dejaron totalmente helada y entumecida.

Jeon.

La sonrisa en mi rostro se esfumó totalmente.

—Alena, pero ¿acaso te has preocupado de buscarla?— la voz de Jeon estaba llena de rabia y odio, a tal punto que hasta yo me sentía mal— ¿qué pasa si la tiene alguien?— su voz comenzaba a ser más profunda y tosca— ¿no piensas en qué podrían estar haciéndole en este momento?

Mi corazón bombeaba con fuerza y mis brazos tiritaban, así como mi pecho. No quería escuchar eso, por alguna razón me dolía muchísimo.

— No quiero seguir así, Alena. Créeme que todos los días he imaginado cada escenario. Ella es...— despegué mi oído de la puerta al no poder contener mis sollozos, ¿es que Alena realmente no se había preocupado de mí?

Todas esas noches en las cuales lo único que me mantenía con fuerza y esperanza eran los recuerdos con Alena, y la idea de que tarde o temprano estaría de nuevo con ella porque me encontraría.

¿Realmente no se había preocupado?

No podía ser cierto. No podía. Simplemente no.

¿Qué debía ser?

Si Alena no me queria, entonces nadie lo hacía.

Nadie.

¿Para qué...?

Miré a Gi, quien movía su nariz hacia mí con sus orejas caídas.

Era imposible. Jeon mentía.

Sin pensarlo dos veces me abalancé a la puerta nuevamente y toqué con fuerza mientras lágrimas espesas caían por mis mejillas. No podía ser cierto.

Pasos pesados se acercaron a la puerta. Presione a Gi con fuerza contra mi pecho. La puerta se abrió.

Lo primero que vi fueron unos zapatos toscos y oscuros.

Apreté mis labios con fuerza y ni siquiera quería respirar.

Lo único que escuchaba era una respiración algo agitada e irregular.

eyes on you  ✄  jeon jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora