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No me rendiré

LOKI POV

Mi última parada es en Titán, desde hace horas reposo en una especie de cárcel, el lugar está oscuro, no hay ningún tipo de iluminación que realice la tarea de alumbrar el cuarto por lo tanto, no puedo saber con exactitud cómo es mi entorno, pero intento imaginarlo o al menos trato de hacerlo, en estos instantes me encuentro esposado y sentado, pues supongo que los muebles no son parte del contexto. El aburrimiento y la incapacidad para escapar de aquí comen mi paciencia, solo espero alguna señal o a alguien.

Pero antes de estar en estas cuatro paredes, un techo y un suelo, mi compañía y yo, tuvimos problemas en el hotel porque algunos mortales fueron a investigar el motivo del ruido a causa de mi enfrentamiento con los chitauri, sin embargo, logramos escapar antes de que abrieran la puerta y se encontraran con un cuarto totalmente desordenado.

En este momento, escucho pasos por el largo pasillo, levanto mi cabeza y presto atención al sonido, por lo que logro oír, son más de dos alienígenas, ambos se detienen frente a la puerta y alguien introduce un código de acceso, la iluminación se hace presente y con mi mano derecha sobre mis ojos bloqueo la luz para apreciar mejor de quién se trata. El Otro camina lentamente, hasta donde estoy sentado y finalmente se detiene, a unos cuantos centímetros.

El Otro: Él te está esperando.

Varios chitauris reposan a su lado, dos de ellos me toman de los brazos para levantarme bruscamente, algunas criaturas me escoltan y comenzamos a caminar en dirección a la sala de Thanos, siendo guiados por El Otro a través de los extensos pasillos.

El Otro: Mi señor. –hizo una reverencia y yo giré ligeramente los ojos–

Thanos está sentado en una especie de trono, hace una señal con sus dedos y un chitauri comienza a empujarme hasta encontrarme a unos metros frente al Titán.

Loki: Me alegra verte de nuevo, ¿cómo has estado? –pregunté interesadamente–

Ebony Maw: ¡Suficiente, asgardiano! —llevé mi vista hacia la criatura y fruncí el ceño— Mi señor. —hizo una reverencia– él lo traicionó, su castigo debe ser la muerte.

Interrumpo a la criatura exasperante para mi gusto, tratando de excusarme.

Loki: En mi defensa, no he hecho nada. —sonreí ligeramente— puedo jurarlo.

Thanos: ¿Cuándo pensabas regresar?

Loki: Pronto, estaba en busca del teseracto, pero es un planeta muy complicado.

Thanos: Eso no fue lo que me confesaron.

Loki: ¿también te contaron cómo me trataron?

Thanos: Planeaste escapar con la gema para llevarla ante Odin. –afirmó–

Loki: Estás suponiendo algo que nunca pasó.

Thanos: quien me lo dijo es fiel a su servicio, es leal a mí. Algo que me enfurece es que me traicionen o intenten hacerlo, no lo tolero, pues no hay justificación alguna que valga para mis oídos. Pero tengo la intuición de que no sabes con quién estás hablando.

Arrugo el ceño y ladeo la cabeza.

Thanos: No puedo confiar en ti, Loki, pero necesito el teseracto, así que tendré que hacer esto por las malas. Antes de continuar, te enseñaré que no estoy jugando cuando digo que no tengo tolerancia con la deslealtad, es algo que aborrezco.

Loki: ¿Por qué siento que tus palabras son una advertencia?

Thanos: No es una advertencia, es un hecho. –hizo una señal y varios chitauris comenzaron a acercarse a mí–