Las cosas pasan por algo, eso me consta, el conocer a una persona en un lugar y fecha cualquiera no es coincidencia, se le llama destino. El mundo dice que eres responsable de tu vida y tus decisiones, pero ¿esto es cierto? ¿Por qué cuando planeamos...
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Me despedí de cada una de mis amigas, y emprendí camino hacia la estación que se encontraba más cerca de la secundaria, a decir verdad solo tomaría el subterráneo y me bajaría en cualquiera parada. No transcurrió mucho tiempo cuando salí del vagón, subí las escaleras para encontrarme con la Grand Central y adyacente a esta se encontraba el gran complejo de Stark, Industrias Stark “¿por qué no intentarlo?”
Mientras caminaba, me sentía nerviosa, mis manos comenzaron a sudar demasiado. En la entrada de la torre estaba un guardia. Un momento…
“¿Qué tengo que preguntar?”
“¿A qué venía?”
—Hola, hum, mi nombre es Melody Jones —saludé con voz temblorosa—. Quisiera saber si podría hablar con el señor Stark me interesa realizar mi servicio escolar aquí. —sonreí para calmar la tensión que sentía en ese momento.
—Lo siento señorita Jones, eso no será posible, el señor no recibe a personas sin cita previa, las horas de consulta son los días jueves de ocho a cinco p. m., y hoy es viernes.
—Bueno, entonces puedo agendar una cita para dentro de media hora. —sonreí otra vez y miré mi reloj imaginario.
—¿Señorita, no lo entiende? El señor Stark es un hombre demasiado ocupado, ni aunque tuviera una cita agendada seis meses atrás la recibiría, solo atiende a personas que estén relacionadas con sus negocios, nunca recibe a estudiantes.
—Señor... —saqué un folder de mi mochila—... Estos son mis papeles, aquí explica todo y también... —mostré mi credencial escolar—... Es mi identificación oficial de la escuela, solo...
—Lo siento.
—Okay, gracias por su tiempo. Estoy en el centro de Manhattan, hay muchas compañías y empresas por aquí, así que, no hay problema. —guardé mis papeles en mi mochila.
Estaba a punto de dar la vuelta cuando el hombre de pronto me detuvo.
—Yo también fui estudiante, veré que puedo hacer. —suspiró frustrado, tal vez odiaba su trabajo.
—Muchas gracias. —sonreí.
Esperé varios minutos, muchos de hecho, mientras el hombre alto y de traje negro hablaba a través del comunicador, no sabía qué lo había hecho cambiar de opinión, tal vez fue un poco de compasión, pero no me importaba, solo esperaba una respuesta positiva.
Observé el gran complejo de Stark y pensé ¿Cuántos pisos tendrá?, qué buena pregunta Dorothy.
—Señorita Jones, me podría dar su nombre completo.
—Claro, hum, le puedo prestar mi identificación solo no vea mi fotografía, la verdad es vergonzosa salgo con una cara asustada. —le entregué mi credencial de la escuela al hombre.
