Cerca de las dos de la madrugada llegamos a mi casa, el cansancio había inundado mi cuerpo y sentía mis ojos tan pesados debido a la cantidad de veces que lloré.
—Tengo que regresar a Asgard.
—Claro. —asentí lentamente.
Loki agachó la mirada y se tomó unos minutos para hablar.
—Te importa si me quedo unos días contigo, para asegurarme de que tú estarás bien o en caso de que esos agentes se presenten de nuevo.
—Loki, mi casa siempre va a ser tu casa, pero ¿puedes venir la próxima semana?, mañana tengo que resolver algo relacionado con mi trabajo y muchos, muchos otros asuntos.
—Sí por supuesto, estaré aquí la próxima semana.
—Bien...
Nos quedamos en silencio al pie de la puerta, noté en los ojos de Loki que él no quería irse pues le costó trabajo decir las siguientes palabras.
—Volveré pronto.
Asentí con la cabeza aunque yo tampoco estaba de acuerdo que él se marchara, Loki dio media vuelta y a los pocos segundos desapareció, por mi parte me quedé en la misma posición pues no quería entrar a mi casa, pero finalmente lo hice porque hacía frío y podía enfermar.
Subí a mi habitación y caminé hacia el cuarto de baño donde observé mi rostro en el espejo. Estaba desmaquillada y el día de hoy no utilicé las extensiones de cabello, las ojeras se hicieron más visibles. Por primera vez no me reconocí, no había ningún rastro de la Melody de hace unos años.
Me sentí horrible.
Mi luz se estaba apagando con cada día, con cada tragedia que sucedía.
Deseé con todo mi corazón tener otra vida, ser otra persona y vivir en otro lugar, incluso borrar mi existencia pues quería otra oportunidad para comenzar desde cero, estar en una realidad donde no hubiera dolor o muerte.
“Deseo, deseo, deseo, deseo, por favor”
Cerré mis ojos y comencé a llorar, pues últimamente lo hacía muy seguido, tal vez se había convertido en una costumbre a la que me estaba volviendo adicta.
Durante la noche no pude dormir, solo me removí en la cama de manera constante, esperando a que el sol saliera y se asomara por la ventana.
A la mañana siguiente alguien me despertó.
—Buenos días... —era mi papá quien sonrió de manera alegre.
—Hola... ¿Qué hora es? —tallé mis ojos con fuerza.
—Son las once.
Golden se subió a la cama y comenzó a lamer mi cara.
—Hola, hola, hola. —saludé a Golden al mismo tiempo que acaricié su melena.
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ᎷᎬΝͲᏆᎡϴՏϴ
FanfictionLas cosas pasan por algo, eso me consta, el conocer a una persona en un lugar y fecha cualquiera no es coincidencia, se le llama destino. El mundo dice que eres responsable de tu vida y tus decisiones, pero ¿esto es cierto? ¿Por qué cuando planeamos...