Las cosas pasan por algo, eso me consta, el conocer a una persona en un lugar y fecha cualquiera no es coincidencia, se le llama destino. El mundo dice que eres responsable de tu vida y tus decisiones, pero ¿esto es cierto? ¿Por qué cuando planeamos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Asgard, 2013
Me siento destrozado, sin fuerzas y con el corazón deshecho, en este momento se está llevando a cabo el funeral de mi madre. No. No es posible, esto no es real, seguramente se trata de una mala jugada por parte de Odin, de seguro el usa uno de sus trucos en mi contra. Tal vez madre ni siquiera tiene idea de lo que el Padre de Todo está orquestando, de no ser así, yo estaría presente en el homenaje, y no aquí, en esta maldita prisión, pero juro que me vengaré cuando salga de aquí.
"Madre no está muerta"
Me aferro a esa idea porque de no ser así, no sé qué pasará conmigo.
Horas después del ataque de los elfos oscuros Thor aparece dudando de lo que está a punto de proponer, puedo apreciar la angustia en sus ojos; le pregunto por madre, pero él no responde mi duda, con esto confirmo que él también forma parte de este sucio juego. Acepto su trato porque la vindicta se vuelve mi compañera en la búsqueda de mis adversarios.
No siento que estoy vivo, mucho menos que mis acciones y mis habilidades motrices son controladas por mí, es lo más parecido a un sueño, una pesadilla sin sentido. Sin explicación. Sin lógica.
La batalla en Svartalfheim está llena de muchos enemigos, pero el más fuerte y poderoso es el Kursed. Cuando veo que él golpea a Thor con sus puños, no dudo ni un segundo en acercarme a dónde están los dos. Mientras camino la venganza y la ira se vuelven a apoderar de mí, al mismo tiempo que un plan corre por mi mente, con la misma velocidad que la Luz. Matar al Kursed de una manera que él pueda atacarme con una herida mortal al tratar de defenderse y así fingir mi muerte, para después poder escapar una vez que Thor vaya a buscar a Malekith.
-Te veré en el infierno, monstruo. -sentencié, recostado desde el suelo.
El Kursed se percató de que había utilizado una de sus armas en su contra, él bajó la vista y a los pocos segundos fue devorado por la energía que ésta dejó salir. Thor después de exclamar un alarido se levanta y corre rápidamente hacia dónde estoy postrado. Es en este punto que mi actuación comienza, tengo que hacerlo sentir que todo es real, que realmente estoy muriendo. Él se arrodilla y me toma entre sus brazos, mientras que yo dejo salir algunos gemidos de dolor.
-Eres un tonto, no oyes lo que te digo. -exclamó Thor en un tono de reproche.
-Sí, soy muy tonto -confesé mientras lo observaba a los ojos-. Soy muy... -me doblegué un poco y ahogué un gemido de dolor- ... Tonto.
-Calma -posó su mano en mi mejilla-, resiste.
Todo esto es muy extraño, la posición en la que estoy recostado no es la mejor y la mirada que Thor dirige hacia mí me hace sentir incómodo. Entonces contesto con lo que a Thor le gustaría oír.
-Perdón, perdón. -dije entre jadeos.
-Shhh, tranquilo, tranquilo... -me trató de calmar- ... Todo está bien. Nuestro padre sabrá lo que hiciste.
