Las cosas pasan por algo, eso me consta, el conocer a una persona en un lugar y fecha cualquiera no es coincidencia, se le llama destino. El mundo dice que eres responsable de tu vida y tus decisiones, pero ¿esto es cierto? ¿Por qué cuando planeamos...
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Aʂɠαɾԃ, 1413
Las noches en Asgard gozaban de una belleza extraordinaria e incomparable, el anochecer y las estrellas se convertían en la parte favorita de miles de ciudadanos asgardianos, sin duda se trataba del momento adecuado para descansar y recuperar fuerzas después de una jornada de trabajo arduo. Incontables eran los dioses que reposaban en sus camas con los ojos unidos para dar paso a un glorioso sueño, donde tenían la oportunidad de imaginar de forma inconsciente acerca de sus más arriesgados deseos y objetivos en la vida, un ejemplo de esto era el príncipe Loki, quien dormía plácidamente en su alcoba soñando con que un día se convertiría en el futuro rey. Thor por su parte, trotaba de manera ágil por los pasillos al mismo tiempo que lograba burlar al personal que hacía guardia nocturna, pues no quería ser visto o su plan se iría por la borda.
—Loki, Loki, despierta... — Thor sacudió con fuerza al príncipe—... Hermano, ya es hora.
—Thor, cómo te atreves a despertarme de esa manera —Loki golpeó el pecho del más grande, acción que solo hizo reír al dios del trueno—. ¿Qué hora es? —preguntó furioso, con el ceño fruncido y la mandíbula tensa.
—Ya pasa de la media noche. Estuvimos hablando de esto durante todo el día, no puedes quedarme mal a última hora —contestó Thor mientras se dirigía al armario del príncipe Loki—. Recuerda, nadie tiene que sospechar. Vístete.
Thor tomó algunos conjuntos de ropa y los aventó en dirección al rostro del menor. Un malhumorado Loki se vistió con un traje ligero y una capa de color verde oscuro, peinó su corto cabello negro y se dirigió a su hermano.
—¿Cuál es tu plan para escapar? –preguntó Loki mientras cubría su cabeza con la capucha de la capa.
—Tomaremos la salida secreta que nos llevará a la entrada principal del palacio. Después, cuando estemos afuera, tú te encargarás de lo demás.
—Que gran plan, Thor. –contestó Loki con tono irónico.
—No tenemos tiempo, de prisa.
Los hermanos emprendieron camino para salir del palacio sin ser descubiertos, sin embargo tenían un problema, Heimdall estaba observándolos y Thor no pensó en eso, pero Loki utilizó una ilusión para engañar al guardián y hacerlo creer que sólo irían a la arena para entrenar, acción que gozaba de sentido.
—Sabes que padre estará allí, ¿verdad? —susurró Loki mientras se escondían detrás de un pilar.
—Lo sé, ¿no te emociona? La aventura, el nerviosismo de que alguien nos descubra y que padre se moleste con nosotros. —contestó, con euforia en su tono de voz.
