Capítulo 12: Buscadores

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Decidí salir a volar, lo necesitaba, era la única cosa que me dejaba pensar con claridad y lograba despejarme. Podía sentir el viento en mí cara, cuanto más subia más frío hacía, pero de alguna manera se sentia bien, era liberador. 

Esa noche no cené, y al volver a la sala común me encontré a Hermione. Últimamente me había alejado de ella, la echaba de menos, pero era lo mejor. 

-Harry- Me dijo acercándose escuetamente a mí- sabes que puedes confiar en mí, ¿cierto?

- Sí, lo sé, pero ¿por qué lo dices?- Inquirí, quería actuar normal, quería ignorar toda esa incomodidad que había ido creciendo entre nosotros.

-Solo no lo olvides, yo estoy a tu lado- Agregó un poco nerviosa

- Lo sé, y quizás debamos distanciarnos un poco, ¿entiendes? Necesito espacio.

Caminé hacia mi habitación con la mente echa un lío, y un nudo en el estómago. Solo tenía que distanciarme de ella, ¿por qué estaba siendo así de cretino?, yo no era así, nosotros no éramos así. 

***

Cho Chang era la buscadora de Ravenclaw, solo la había visto entrenar una vez, pero sabía que era muy buena, era bastante rápida. Empezamos a entrenar fuera de los horarios de Quidditch coincidimos en un entreno amistoso y des de entonces empezamos a hablar. Era curioso que después de tanto tiempo de ser compañeros de curso prácticamente no habíamos tenido una conversación real. Solo habíamos hablado en nuestro cuarto año, para el baile de Navidad. Era atractiva, y era la novia de Cedric, pero nunca habíamos llegado a ser cercanos.

Era refrescante encontrar a alguien tan apasionada en el vuelo y en el deporte. Para Cho había sido difícil superar la muerte de Cedric, todo el mundo la miraba con pena, sus notas habían bajado y el ministerio amenazaba en despedir a su madre. Para mi era un espacio donde no pensaba en Voldemort, dónde podía huir de las constantes críticas y donde, por unos segundos, podía apaciguar mis sentimientos por Hermione. Cho y no hablábamos, solo entrenábamos, volábamos hasta caer agotados, y comentábamos estrategias de vuelo.

Pronto empecé a salir con Cho, en ese momento no parecía una mala idea, era una chica agradable y teníamos cosas en común. La notícia de que nos habíamos besado corrió como la pólvora, y pronto llego a oidos de Hermione. Era lo mejor, era la manera de enterrar mis sentimientos por Hermione y a la vez protegerla de Voldemort. Era lo correcto, pero, ¿Por qué se sentía tan mal?

***

La vi sufrir, la vi distanciarse y la vi indiferente.

Hermione, Ginny y Luna se habían vuelto más unidas, y poco a poco la distancia se instaló entre nosotros. Una parte de mí lo entendía, la había cagado, y cada vez dudaba más de si era la decisión correcta. No debía sentirse así querer a alguien, una parte de mí estaba enfurecido ante su indiferencia, otra quería explicarle lo estúpido que había sido, también quería decirle que la quería, quería librarme de todos estas emociones que me oprimían.

- Harry, te ves ausente - La voz de Cho me despertó de mis pensamientos - ¿En qué piensas?

- Nada, está todo bien - Fingí una sonrisa, que pareció no convencerla. Me cogió la mano e hizo que me estremeciera. No se sentía igual que la de Hermione, estaba siendo injusto con ella, una parte de mí siempre la compararía, y ella no se merecía esto, no después de lo de Cedirc.

- No creo que este todo bien, pero voy a respetar tu espacio, pero me gustaría que intentaras ser sincero conmigo - Dijo sonriendo dulcemente. Era tan comprensiva, tan asertiva. Una parte de mí quería enamorarse de ella, me gustaba, pero como a una amiga.

- Cho... - Intentaba pensar en la mejor manera de escoger mis palabras. - Eres una chica fantastica.

- ¿Pero? - Pregunto recelosa.

- ¿Tiene que haber un pero?

- Harry, todo el mundo sabe que detrás de "eres una chica fantástica" hay un pero, y creo que el tuyo tiene que ver con el hecho de que estés tan raro.

- Eres increíble. - Sonreí - Eres fantástica, sin peros, eres una chica lista, energética, una excelente jugadora, comprensiva y empática; y eso solo me hace sentir peor con lo que necesito decirte. - A este punto empezó a llorar y eso hizo que me rompiera. Pero a esas alturas ya estaba hecho.

- Quería quererte, de verdad. Me gustas, pero no estoy enamorado de ti. Sé que estoy siendo un cretino pero no puedo hacerte esto, no después de todo lo que has sufrido con Cedirc. Sé que vas a odiarme, pero mereces a alguien que solo te mire a ti, alguien que te atesore como mereces. - Acerqué mi mano a la suya, temiendo que la rechazara.

- Harry, nunca podría odiarte - Dijo a trompicones - Y agradezco tu sinceridad, me estaba volviendo un poco loca viéndote tan distante. - Se secó las lágrimas y cogió aire antes de hablar- Una parte de mí siempre lo supo, creo que a ambos nos ha ido bien juntos, pero aquí acaba nuestro camino.

- Cho, no me arrepiento de haber estado contigo. No quiero que lo dudes - La abracé y note como volvía a romperse, podía notar como las lágrimas caían por su cara y deje que sollozara en mi hombro.

¡Cien centellas! Eres Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora