Capítulo 51: En marcha

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Pov Hermione

Abro los ojos lentamente, notando como mis parpados perezosos se niegan a abrirse. Sonrió al ver la cara de Harry a pocos centímetros de la mía, lleva las gafas mal puestas y el pelo despeinado. Verlo así siempre me despierta ternura. Le retiro las gafas con cuidado, intentando no despertarlo, aprovechando el tacto para acariciarle la cara. Duerme sin camisa a causa del calor y me dedico a observar su espalda desnuda, bajando mi mirada por todos los músculos de su espalda. ¡Por dios Hermione! Deja de mirarlo así...

Me levanto poco a poco, solo entonces siendo consciente de la inmensa barriga. Me miro al espejo.

-Perfecto, parece que me haya comido un melón. - Observo mi reflejo resignado, acariciando mi abdomen con cuidado -Vamos pequeño, anímate a salir. - Digo dándole golpecitos con el dedo. - Vas a ser el bebé más querido del mundo. Tu familia está aquí esperando

Recuerdo a mis padres, ellos jamás verán a mi bebe, les habría encantado compartir este momento conmigo. Noto como una lágrima recorre mi mejilla. Las hormonas me están volviendo loca... Hace un segundo devoraba a Harry con los ojos, luego he estado feliz y ahora estoy llorando como una tonta.

Me limpio las lágrimas y me recompongo. Salgo de la habitación con cuidado, intentando no hacer ruido, la casa permanece silenciosa, cosa extraña en la madriguera. Molly había insistido en que pasáramos los últimos meses aquí, para poder ayudarnos, para poder protegernos, había sido imposible negarse a esos ojos suplicantes.

Bajo las escaleras intentando no hacer ruido, lo que es inevitable, toda la madera cruje ante mis pasos. La casa esta tranquila, ¡Qué raro! Observo todos los detalles mágicos: el reloj de la pared, el pequeño burbujas del lavadero, la explosión de color en todos los tejidos de la casa, los calderos oxidados y las viejas botas de goma que normalmente estaban tirados en los escalones...

Aunque no corre brisa, las hojas se mecen perezosamente, ofreciendo una agradable sensación de vaivén, notando como acaricia mi cara tiernamente.

- ¡Esta casa es maravillosa! - Digo disfrutando del aire que entra por la ventana y cerrando los ojos.

- Gracias, querida - Oigo a Molly por detrás que me sorprende ya lista y lanzando hechizos en la cocina.

-¡No te he visto venir! - Digo sonriéndole. En estos últimos meses se había convertido en una madre para mí, era increíble como después de tantos hijos le seguía quedando amor para Harry y para mí, nos cuidaba y quería como si fuéramos sus propios hijos...Y después de la perdida y de la guerra, era un sentimiento sobrecogedor.

-No quería molestarte, parecías estar disfrutando.

-Este lugar que habéis creado es increíble, me encantaría un hogar así.

-No siempre es tan bucólico, a veces es ruidoso y sucio...y estos chicos no ayudan en nada - Dice atareada.

-Aun así pienso que es precioso, lleno de vida, de risas, caos y amor.

- Vas a ser una madre increíble Hermione, dice esta abrazándome.

Siento los brazos de esta señora a bajita y regordeta, su cuerpo es cálido y siempre huele delicioso, como a tarta de maleza. Te hace sentir como en casa solo con su presencia.

En pocos minutos toda la casa se llena de caos, poco a poco todos los pelirrojos van bajando. Ron perezoso baja arrastrándose por las escaleras, Ginny salta los escalones de dos en dos, con su característica energía y su pelo impoluto.

-¡Hermione pareces un melón! - Dice Ginny acariciando mi panza.

-¡Ginny! - la regaña Molly - Jamás se le dice esto a una embarazada

-Perdona Hermione, si te sirve... Eres un melón sexy - Dice sonriéndome

-Es el mejor alago del mundo, gracias Ginny

-¿Harry sigue durmiendo? - Le pregunto a Ron.

- Si, como un tronco - dice Ron con la boca llena de panecillos.

-Yo lo despierto- Dice Ginny animadamente. Pone ambas manos al lado de su boca y empieza a gritar- ¡Harry Potter! ¡Harry! - Mientras sube por las escaleras.

Le sigo el paso, intentando callarla.

***

Pov Harry

Siento la almohada pegada a mi cara, busco con mi mano las gafas y las encuentro en la pequeña mesilla de noche. Cuando consigo enfocar intento buscar a Hermione, ¿Cuánto tiempo llevo durmiendo? Su pijama se encuentra perfectamente doblado y su lado de la cama alistado, así que debe estar despierta. Me quedo tumbado mirando el techo y notando como un olor a café me llega a las fosas nasales. Cierro los ojos, y antes de poder relajarme unos gritos me despiertan.

-¡Harry Potter! - La voz de Ginny me despierta. Cojo el cojín para abrir la puerta y lanzárselo. - Ginny eres el peor despertador del mundo, digo lanzándole el cojín.

-Potter, recuerda que soy la mejor jugadora de Quiditch, un cojín no es rival para mí - Dice sonriendo de lado a lado.

Hermione la sigue en las escaleras, la veo que le cuesta subir y se ha quedado quieta.

-Harry... - dice mirándome con cara de pánico - Creo que he roto aguas.

Efectivamente, un reguero cae de sus piernas hasta el suelo. Sé que no debería, pero el pánico se apodera de mí. ¡Mierda! ¿Qué hago? Corro al lado de Hermione dejando que se agarre a mí.

- Todo va a estar bien- digo besándole la frente - Eres mi leona guerrera, ¿recuerdas?

Me dedica una sonrisa sincera, aunque intenta esconder también el dolor que le producen las contracciones.

-¡Mamá! - Grita Ron- O Hermione se ha meado o ya viene de camino

-¡Qué buena noticia! - Grita Molly - ¡No te preocupes Hermione! Te llevaremos a San Mugo, será muy fácil.

- Para ti fácil mamá, le has pillado carrerilla - dice Ron riéndose y ganándose una colleja de su madre.

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Ha sido una semana muy dificil para mi, he tardado en subir el capítulo porque quería hacerlo con todo el amor <3 

Algún nombre para el peque? 

¡Cien centellas! Eres Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora