¡Cien centellas! Eres Harry Potter

Capítulo 52: Una Malfoy

Noto las lágrimas caer por mi rostro.

No sabía que se podía querer a alguien tan pequeño, a alguien tan vulnerable.

- Hola, peque - Digo sujetándolo con cuidado. El pequeño estaba rodeado con una manta, cómo si fuera un burrito, nuestro pequeño y adorable burrito - Tu mama y yo llevamos mucho tiempo queriéndote conocer.

Instintivamente me acerco la cabecita a los labios, y le beso lentamente la coronilla.

- ¿Cómo está, Hermione? - Pregunto a una enfermera

- Está bien - Dice la enfermera sonriéndome - Agotada. Su mujer es muy fuerte señor Potter.

-Es una leona - Digo observando como esta duerme. - Mi preciosa y valiente leona.

La enfermera aplica un hechizo rápido y toda la habitación queda reluciente, la cama bien acolchada y flores nuevas en todos los jarrones.

-Muchas gracias - Le digo mientras esta abandona la habitación.

Me acerco con el bebé aun en brazos y me siento en una silla al lado de la cama dónde ahora duerme Hermione. Parece cansada, pero su pelo y piel se ven radiantes.

-Hola, James, Soy tu papá - Digo observando con adoración a este ser que está en mis brazos. -Esta de aquí es tu mamá. Ahora duerme, pero cuando despierte estará encantada de volverte a ver.

-Harry...- Dice Hermione mientras se despierta.

Me acerco a ella con cuidado, ayudándola a sentarse. La abrazo con cuidado y ella se regocija del contacto.

-Das los mejores abrazos del mundo - Dice mientras inspira con la cara pegada a mi hombro. Noto como aprieta el agarre.

- Cuidado Hermi, que vas a aplastar a James.

-James... Mi pequeño - Hermione reclama a su pequeño mientras las lágrimas asoman por su rostro. - Que gusto volver a verte mi bebe.

Me siento en la cama al lado de Hermione y le doy un beso en la frente.

- Lo has conseguido pequeña.

Ella me sonríe con ese brillo que me hace que me vuelva loco.

- Ambos lo hemos conseguido. Sin ti no sé cómo lo habríamos logrado. Dice acariciando el rostro del pequeño James.

-No Hermione, tú lo has cuidado y llevado por los dos, tú has sido la fuerte. Para mí compartir la magia era un regalo. - Digo mirando con adoración al pequeño - Gracias por darme una familia.

Nos quedamos ahí sentados, prácticamente inmóviles, observando a nuestro pequeño James. Sus ojos son verdes, cómo los míos, su nariz es como la de Hermione, pequeñita y perfecta. Se despierta y nos observa con algo parecido a una sonrisa y en ese preciso momento siento que algo se deshace en mi interior, que algo en mí cambia, soy consciente de que ya nada más importa que no sea mi familia, ese pequeño y precioso ecosistema que ahora será mi hogar.

-¡Dios mío! - Dice alguien irrumpiendo violentamente

-¡Qué estampa más bonita! - Dice la señora Weasley luchando para contener las lágrimas

-¡Dios! Esto es tan perfecto que dais asco - Dice Ron sonriendo.

-Ven a conocer a tu ahijado Ron - Dice Hermione pidiéndole que se acerque.

Este se acerca con prudencia y casi miedo. Coge al pequeño de una manera algo torpe.

-Harry, Hermione...¿de verdad? No sé, me parece mucha responsabilidad...

-No habría nadie en quien confiara más mi vida, y por lo tanto la de mi hijo - Digo dándole una palmada en la espalda. Este rompe a llorar silenciosamente.

-Si es que en el fondo eres un blando - Dice Ginny Dándole un abrazo a su hermano. - ¡Ahora deja que lo coja yo, lo quiero conocer!

- Niños, no es un juguete, seguro que Harry y Hermione quieren pasar tiempo con él. - Dice Molly

- Tranquila Molly, sabemos que este niño será prácticamente un Weasley, se irá acostumbrando.

-Eres muy amable Hermione, ya que nos dejas ...

Molly coge al pequeño de los brazos de Ron y empieza a mecer al pequeño entre sus brazos mientras Ron y Ginny se quejan a su alrededor. Arthur mira la estampa des de la puerta, siempre prudente pero con una sonrisa plácida.

Me acerco a Hermione y la miro a los ojos. En ese momento sé que estamos pensando lo mismo: Qué momento más maravilloso para estar vivo.

***

Días después del nacimiento decidimos mudarnos a una pequeña casa, cerca del Valle de Godric's, queríamos tener nuestro propio espacio. Evidentemente los Weasley se resistía a la idea, pero queríamos disfrutar de la privacidad de nuestro propio hogar.

James llora todas las noches, reclamando la atención de sus padres, bueno, en realidad de su madre. A Hermione parece que se le da perfecto esto de ser madre, yo siento que improviso y hago lo que puedo la mayor parte del tiempo. A veces me abruma la sensación de no estar a la altura, al fin y al cabo no he tenido ningún modelo paterno.... Lo más cercando que he tenido ha sido Hagrid y los Weasley...

Estoy tumbado a la cama, escuchando de fondo a James llorar a todo pulmón, intento reunir fuerzas para levantarme, pero oigo como los llantos cesan. Qué extraño. Me levanto con prisas, con la barita y colocándome apresuradamente las gafas. En la habitación de James me encuentro una melena rubia platina inconfundible.

-Has vuelto - Digo asombrado - No sabíamos si te había pasado algo

-Sí... Durante unos meses me siguieron los mortífagos, luego dejaron de buscarme a la que el ministerio y los aurores empezaron a darles caza a nivel internacional. Volví hace unos días con Astoria. Ella...

- Ha sufrido mucho, estaba preocupada, todos lo estábamos

- Dios Potter... Que raro es esto, casi parece que los Gryffindor se preocupan de la serpiente.

- No te vemos así, nunca lo hacíamos Draco... Qué no siempre viéramos tu lado bueno no quiere decir que no supiéramos que estaba allí.

- Gracias por cuidar de Astoria.

-Tú cuidaste de mi familia, era lo mínimo. - Nos quedamos en silencio. - ¿Qué haces aquí? Estaba a punto de hechizarte. Es un poco raro entrar de esta manera a la habitación de un bebe, ¿lo sabías?

-Me alagas Potter - Dice frotándose la nuca - La verdad es que he venido por él - Dice señalando a James. Verás...- Dice nervioso - El tiempo que pase con Hermione en la mansión Parkinson les cogí cariño, tenía curiosidad de conocerlo.

Estaba evidentemente avergonzado, cosa que era demasiado graciosa para Draco, el siempre impoluto, frío y distante Malfoy.

-¿Quieres cogerlo? - Digo cogiendo a James en brazos y acercándolo.

Este se muestra distante, con miedo.

-Yo...no sé - Dice con prudencia. Intenta cogerlo con las manos torpemente

- Tranquilo, la mitad de veces no sabía como cogerlo, pero vas aprendiendo.

Este coge con prudencia.

-Dios Harry... Esto es increíble.

- Ves entrenando Draco...Astoria y tus eran grandes padres - Digo dándole una palmada en el hombro.

-Va a ser una pequeña. La llamaremos Lia. - Dice sonriendo tímidamente.

- ¡Eso es genial! ¡Almejar van al cole juntos!- Digo vitoreando - Lia y James

- Ni se te ocurra Potter

- ¿Te imaginas que acaban juntos?- Malfoy me envía una mirada furtiva

-Antes me muero, una Malfoy y una Potter...ni de coña.

- Si me lo hubieras dicho hace unos meses te habría cruiciado, pero ahora...no sé, creo que me gusta, ¿Qué piensas consuegro?

Malfoy me mira desafiante y yo estallo en una carcajada, y lejos de ser incómodo se siente divertido estar así con Malfoy, sin estar a la defensiva. A pocos segundos ambos empezamos a reír.