¡Cien centellas! Eres Harry Potter

Capítulo 3: La bruja más brillante

En tercer año todo parecía diferente. Me sentía más irritable, mis tíos estaban irritables. Hacía calor, demasiado calor, y daba la sensación de que se les había fundido el cerebro. Los únicos momentos que se hacían soportables eran cuando alguna lechuza picaba la ventana. Pasaba los días en modo off, esperando que llegará la noche, entonces me las pasaba en vela, releyendo vuestras letras, repasando la ortografía e imaginando como estaríais. Pasaba las yemas de los dedos por el pergamino, de alguna manera me hacía sentir más cerca de ti.

Hedwig y yo nos sentimos encarcelados. Estamos cansados y hartos, solo quería volver a Hogwarts.

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Recuerdo como me reñías en el tren por haber hinchado a mi tía, he de admitir que me fastidiaba, pero a su vez me gustaba, se sentía bien que alguien se preocupara por mí. Eso hacían los amigos, ¿no?.


Me quedé taciturno, mirando por la ventana, parecía que hacía más frío. Por fin estaba de camino a Hogwarts, pero por alguna razón no se sentía como otros años. Sentía una oscuridad creciente, algo que me hacía sentir aislado. De repente recordé las frases del señor Weasley: Sirius Black. La noticia del Mortifago que había conseguido escapar de Azkaban; en el mundo mágico era algo insólito, y al parecer era una persona sumamente peligrosa.

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Este año me sentí distante. Sentía que estaba más aislado de todos. Ron y tú empezaron a ir a Hogsmade y podían hablar de todas las cosas que hacían. Obviamente tú intentabas restarle importancia, intentabas que no me sintiera mal, aun así me sentía solo.

Los dementores, bogarts y Sirius hicieron que ese año fuera extraño. Pero sentí un gran alivio con Remus, me conecto con mis padres, con todas esas historias que quería saber de mis padres, de los merodeadores. Le hablé mucho de ti, de hecho Remus me dijo que eras la bruja más brillante de tu edad, y que de alguna manera le recordabas a Lily.

A final de año descubrimos todo respecto a Sirius, de Colagusano y de la verdad sobre los merodeadores. Con el giratiempo volvimos al pasado, "más de una vida debe ser salvada", dijo Dumbledor. Pese a l'angustia creciente en esas horas, me sentía otra vez conectado a ti. Había sido un año extraño, pero durante esas horas en las que esperamos junto al sauce boxeador te confesé cosas que no me había confesado ni a mi mismo, me atrevía decir en voz alta lo que más anhelaba en el mundo. Sirius suponía la posibilidad de volver a tener una familia, de huir de los Dursley, del mundo muggle que tanto me había rechazado. Fuiste paciente, escuchaste y con sumo cuidado me abrazaste. Me sentía tan indigno en ese momento, pero aun así lo recibí de buen grado.

Luchaste por Sirius, luchaste porque para mi era importante. Subiste a un Hipogrifo pese al miedo que tenías a las alturas para salvar algo que era preciado para ti. La bruja más brillante. En ese momento entendí que se trataba de eso, de cuidarnos, que de alguna manera, tú quería estar allí para mí. Des de entonces me sentí más conectado, aún no sabía de qué manera.