Algunas gotas frías caían por mi frente, tenía la cara y las gafas empapadas. Me senté en las escaleras, notando la antigua y gélida roca debajo mío. Me encontraba en ese despacho en el que tantas veces había estado, si me fijaba bien parecía que aun pudiera ver a Dumbledore y esa mirada cómplice detrás de sus gafas de media luna. Me sentía tremendamente confundido, ¡como para no estarlo!
Ahora todo tenía sentido, y ahora que el puzle había encajado, la verdad cayo en mí como una losa. Vi morir al hombre que siempre me había protegido, y yo... Durante todos esos años le había tratado como un patán, es verdad que solo era un niño. Ver a Snape tan humano, amando con cada fibra de su ser, me preguntaba si podía alguien querer como hacía mi profesor: incluso más allá de la muerte. Me sentía tremendamente confundido respecto a Dumbledore, ¿le había llegado a importar? ¿Era yo un mal menor? ¿Un sacrificio necesario? ¿Me había estado preparando para morir en el momento indicado?Me senté en las escaleras del despacho, minutos que parecieron horas. Mis piernas no respondían, sabía lo que tenía que hacer, pero despedirse era demasiado difícil. Me quedé en esas escaleras de piedra, sopesando los próximos pasos, o más bien dicho, armándome de valor para el siguiente paso. Solo había algo que me daba más miedo que morir, algo que me rompería muchísimo más que enfrentar a Voldemort, que enfrentar a la muerte. Hermione.
***
La guerra había parado, por ahora. Un silencio sepulcral reinaba en el colegio. Recorrí los pasillos con la mirada desenfocada, como si fuera un espectro, dejando que mis pies me guiaran sin pedir permiso. Observé des de la puerta del gran comedor a la gente reunida, la imagen era sombría, olía a muerte.
Pude ver al señor Fintch pasando la escoba, no hacía gran cosa, solo movía escombros de aquí para allá, creando humo a su alrededor. Su mirada, como la de muchos ese día, estaba perdida. Algunos profesores atendían a los alumnos heridos, otros los consolaban. Un grito me despertó de mi ensoñación. Desperté por el aullido de la señora Weasley. Me acerqué con sigilo, temiendo lo peor, una parte de mí quería correr, si no lo veía no sería real pensé.
Los cuerpos de Lupin y Tonks se encontraban en el suelo, cogidos de la mano y sin vida. Era extraño verlos así, dos cáscaras vacías, no había nada de esa aura tranquilizadora de Remus, ni esa jovialidad de Ninfadora. Los merodeadores habían muerto. Mi cuerpo empezó a temblar cuando un cuerpo más grande que el mío me abrazó.
Ron se acercó a mí, las lágrimas caían por su cara, notaba como su cuerpo se sacudía con cada llanto. Nunca había visto a nadie romperse, pero tenía claro que mi amigo se estaba rompiendo. Le devolví el abrazo y pude ver que detrás de él se encontraba el cuerpo de Fred yacido en el suelo. Geogre no se aportaba del cuerpo de su gemelo, mientras la señora Weasley seguía dándole caricias en la frente a su hijo. El señor Weasley abrazaba a su hija menor, la cual llevaba unos minutos con la mirada vacía.***
Más decidido que nunca me dirigí al bosque prohibido. Eso tenía que acabar. No podía soportar más muertes. No si había algo que yo pudiera hacer para evitarlo. Encontré a Hermione en las escaleras, se encontraba tapada con una manta y una taza entre las manos. Miraba fuera de las puertas del castillo, buscando un poco de socorro en ese trozo de cielo.
- Hermione... - Ella se levantó y me abrazó - Vengo del gran Comedor
A ambos se nos hizo un nudo en el estómago
- Fred...- Susurro Hermione - Y el hijo de Tonks y Remus... Es horrible
-Yo no quería que nada de esto pasara - Dije al borde de las lágrimas.
-¿Cómo ha ido en el pensadero? ¿Qué quería Snape que vieras?
- Resulta que el profesor estaba enamorado de mi hermano y que por eso nos ha estado protegiendo en secreto.
-¿de verdad? - dijo esta extrañada- en parte puedo imaginármelo, siempre fue un hombre triste, pero no malo.
Le cogí las manos con firmeza, sabía que era el momento.
-¿hay algo más Harry?
- Si, en el fondo siempre lo supe...y tú también lo imaginabas.
- No - Dijo esta al borde de las lágrimas. - No me hagas esto, yo no podré
- Podrás Hermione - Dije besando su frente - Eres la mujer más maravillosa y fuerte que conozco, podrás con esto. Prométemelo.
- Harry ... - Dijo esta dubitativa - Tengo que decirte algo, algo que llevo tiempo queriendo decirte...
-¡No! Si lo haces no podré irme. Necesito hacer esto, por nosotros. ¿Lo entiendes?Y así, con el corazón destrozado me fuí.
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¡Cien centellas! Eres Harry Potter
Fiksi PenggemarMe dedicaste una sonrisa sincera y me sentí el hombre más afortunado del mundo. Un repaso de todos los libros/pelis con las escenas de cómo habría sido la historia de Harry y Hermione. Es un Harmione (Harry x Hermione). Los personajes no son mío...