Capítulo 10: el ciervo y la nutria

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Busqué a Hermione por todo Hogwarts. La encontré sentada junto al sauce boxeador, leyendo. Lupin le había enseñado un hechizo para calmar al sauce. La imagen era simplemente perfecta, parecía que devoraba el libro con los ojos, y sus dedos se agarraban como si este fuera a escapar. Pequeños mechones revoloteaban por su cara y se mordía el labio inferior. Esa imagen me hizo sonreír.

- Estás ofuscada - Le dije sobresaltándola pues no había percatado de mi presencia.

- ¿Perdona? - Pregunto confusa

- Siempre te muerdes el labio o arrugas la nariz cuando te ofuscas.

- Vaya señor Potter, sí que es usted observador

-Claro! Estás hablando con el elegido - ¡Dios mío! ¿Estábamos tonteando? - ¿Qué estás leyendo?

- Hechizos avanzados de protección - No me sonaba el libro, así que supuse que era de lección avanzada.

- Sí, sé que quieres enseñarnos a conjurar el Patronus y me da miedo no saber hacerlo. Sé que es importante, sé cuanto te afectan los dementores.

- Hermione no me va a pasar nada, sé protegerme, en el momento adecuado estaré preparado.

- No es eso - dijo cabizbaja - Quiero tener la oportunidad de hacerlo por mi cuenta, y proteger a los míos cuando sea necesario.

En algunos momentos parecía que Hermione era pura Ravenclaw, pero después tenía esos momentos en los que desplegaba esa parte leona, digna de un Gryffindor.

- Vamos levántate - Le dije ofreciéndole la mano - Vamos a practicar! Tiene sus ventajas ser amiga del elegido - Dije guiñándole el ojo. Era gracioso verla sonrojarse.

Me pare a su lado, ella imitaba todos mis movimientos de manera obediente. Pensé en un recuerdo feliz; pensé en ella, en todas las veces que me había sonreído o en las que se había sonrojado.

- Tienes que pensar en un recuerdo feliz, el más feliz que tengas, no vale cualquier recuerdo, tiene que ser uno poderoso

¡Expecto patronum!- Una luz blanca salió de mi barita, y apareció un patronus corpóreo. Mi ciervo era igual que el de mi padre.

- ¡Harry es precioso! - Dijo acercándose a mí - ¿Cómo lo has hecho?

Iba a responderle cuando el ciervo empezó a acercarse a Hermione, se acercó con cautela y esta se dejó tocar. Empezaron a jugar, Hermione parecia una niña pequeña corriendo y acariciando al animal. Era bucólico verla así, era como un espejismo, y por un momento pensé que estaba soñando. Era como si mi ciervo la buscara.

****

En la sala de menesteres todos estaban nerviosos, pocos habían visto un patronus en su vida y mucho menos uno corpóreo. Tenían ganas de probarse a sí mismos.

De las primeras personas en conseguirlo fueron Luna, de su barita apareció un pequeño conejo que revoloteaba por toda la clase. El resto habían conseguido sacar algunos destellos de luz, pero se esforzaban.

Me acerqué a Hermione, que agitaba frustrada la barita, para ella debía ser difícil. Era la mejor en hechizos, era ágil y rápida aprendiendo. Me puse detrás de ella y le cogí el brazo por detrás.

- Respira, relájate - Le dije al oído. A esta distancia podía oler la fragancia de Hermione, esa mezcla de flores. En vez de ponerse nerviosa pareció relajarse. - No pienses, solo siente. Recuerda algo que te haga feliz, algo que llene todo tu corazón de felicidad. Y deja que salga, no lo retengas.

- ¡Expecto Patronum! - una luz blanca nos cegó a todos, y de su barita salió una pequeña nutria. - ¡Harry! ¡Harry has visto eso! Lo he conseguido - Se puso las manos en la cara para ocultar la ilusión que esto le causaba. Sonreí al verla como una niña que recibe un regalo.

Su nutria empezó a jugar a mi alrededor, acariciando su cabeza a mi cara y dando vueltas a mi cintura.

- Que extraño - Pensé - Déjame ver que pasa.

Dejé salir a mi ciervo, que a toda prisa fue a buscar a la nutria. Cómo dos amigos que hace tiempo que no se ven se abrazaron, jugaron por toda la sala, se perseguían con locura y ahínco. Antes de desaparecer se fundieron en una única luz blanca y al final desaparecieron.

- Parece que tu ciervo estaba cortejando el patronus de Hermione - Rió Ron dándome una palmada en el hombre. - Está hecho todo un ligón.

Hermione y yo nos miramos y nos pusimos rojos ante esa obviedad.

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BUENAS FIESTAS FAMILIA!

Espero que os haya gustado el capítulo, yo he disfrutado muchisimo.

¿Cual seria vuestro patronus?

¡Cien centellas! Eres Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora