Por fin la guerra ha acabado. Me quito las lentes, cierro los ojos para descansarlos, des de la batalla no he logrado dormir del todo bien. Lo único que me mantenía con buen humor estos días era el rostro de Hermione, ahora descansa a mi lado, hecha un ovillo. De vez en cuando arruga la nariz, supongo que tenía una pesadilla, todos las teníamos últimamente.
- Harry - Se queja medio adormilada.
- Estoy aquí, descansa peque. - Ella me mira con los ojos aun perezosos, me sonrie y vuelve a dormirse, no sin antes agarrarse a mi mano. Se agarra como si tubiera miedo a que fuera a desaparecer. Sus manos estan frías, se ven pequeñas en comparación a las mías. Le acaricio el restro y ella se deja acunar agradecida por el contacto.
Sonrío al verla tan pequeña, tan frágil. Una parte de mí siempre la recordará así; pequeña, con esa mata de pelo descontrolada y esa mirada desafiante en los ojos. Me hace pensar en la primera vez que la vi.
***
Estábamos en el tren rumbo a Hogwarts, para mi todo era muy nuevo, apenas sabía nada de la magia, de Dumbledor o de mi vida antes de Privet Drive. Creo que aún sentía que todo era un sueño, que me despertaría en ese pequeño armario, con los Dursley y los gritos de buena mañana de la tía Petunia. Me dejé llevar por esos pensamientos y recuerdos, mientras de fondo escuchaba a Ron parlotear sobre ranas de chocolate y sus dulces preferidos.
Ron era agradable, lo cierto es que nunca había tenido un amigo, pero imagino que se sentiría así. Me hablo del Quiditch, de su familia y de los nomos de jardín. Él tenía la clase de vida con la que yo siempre había soñado. Sabía que no tenían dinero, pero si una familia, una grande, chillona y excéntrica, pero aun así, una familia que le quería.
Ron quiso enseñarme ese fallido truco de magia de la rata amarilla, la verdad es que ni lo recuerdo, pero, allí llegaste tú. Recuerdo tu uniforme, toda impoluta con la túnica impecable, y luego ese pelo ingobernable. Ahora que lo pienso, eras tú en tu esencia: una parte ordenada, organizada y correcta; y otra parte, una que he llegado a conocer y profundizar con el tiempo: loca, atrevida e imposible de dominar.
Hermione Granger. Te presentaste con firmeza, sin un ápice de duda o miedo, siempre segura de ti misma. Durante un segundo me perdí observándote, mirarte era natural, se sentia calido, como el sol.
Cuando entraste en Gryffindor una parte de mi deseaba estar en la misma casa. Seguramente por Ron, o por tener una cara familiar cerca. Con el ruido de Hogwarts y aquella novedad se fue convirtiendo en normalidad, una normalidad que se me antojaba cada vez más hogareña, mas familiar.
Me sentí estupido cuando Ron se burlaba de ti, no tengo escusa, pero nunca había tenido amigos, no sabía que se suponia que debía hacer en ese tipo de situaciones. Necesitamos a un trol para poder entendernos y empezar a ser el Trio de Oro. Sentía que me rompía cunado te vi llorar por las palabras de Draco, "sangre sucia", no sabia que significaban, pero en ese momento supe que eras alguien a quien queria, alguien por quien estaria dispuesto a pelear.
El curso acabo, luchamos y ganamos. Te vi pelear, te vi con una entereza que Ron y yo nunca podríamos ni imaginar tener. Me desperté y te busque. Ya no pensaba en Volvemort, ni en la piedra, solo queria saber que estabas bien. Te encontré junto a Ron, sonriendo, con esa sonrisa que me parecia el sol. Des de entonces lo decidí, siempre te miraría, siempre estaría allí para ti, como tu guardián, tu hermano, tu mejor amigo.
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Los primeros capitulos seran cortos pero a medida que crezcan se iran poniendo interesantes y seran mas largos.
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¡Cien centellas! Eres Harry Potter
FanficMe dedicaste una sonrisa sincera y me sentí el hombre más afortunado del mundo. Un repaso de todos los libros/pelis con las escenas de cómo habría sido la historia de Harry y Hermione. Es un Harmione (Harry x Hermione). Los personajes no son mío...