No llegué a tocar el suelo, oí cuando se rompieron los cristales de una ventana y casi al instante, fui agarrada entre sus brazos. Me aferré a quien me había salvado dando un grito y luego de que nos estabilizó en el aire, fue que pude abrir los ojos.
Era Lian, por un momento pensé que habría sido Thaniel o alguno de mis otros amigos, pero a pesar de que me había salvado todas las demás veces, jamás me imaginé que sería Lian.
-Li...
-Ni una palabra -me advirtió y nos acercó a la azotea.
Cuando tuve mis pies sobre el pavimento, casi me caigo porque temblaba, pero él me sostuvo del brazo para evitarlo. Los vampiros seguían ahí y yo me junté a Lian como una niña asustada, sabía que en ese instante solo él podía protegerme.
-Largo. -les dijo con la voz gutural y hasta yo sentí miedo.
Ellos no hicieron el intento de atacar otra vez, comenzaron a irse del sitio, pero Lian llamó a Axel.
-Que no se vuelva a repetir. -le advirtió.
Axel me miró por unos instantes, en sus ojos se notaba algo de alivio, luego miró a Lian de vuelta. -Dile a la reina que su idea de meter a una humana para lidiar con nosotros es lo más descabellado que ha hecho. Mi hermana no descansará hasta matarla y yo no puedo contenerla, ¿entiendes? Lo mejor es que Violet salga de aquí, porque Alexandra quiere ver su sangre correr desde que los dark angels intervinieron aquel día.
Luego de eso desapareció en segundos y el silencio reinó en el ambiente. Sus palabras me quedaron grabadas, sabía que él no quería dañarme, Axel defendía lo mismo que yo, pero como siempre supe, la que mandaba era Alexandra. Llevé mis ojos a Lian y volví a ver sus alas, sus hermosas alas blancas, como la de los ángeles que de la Capilla Sixtina. Luego vi su rostro, parecía estar furioso.
-Chispitas -llamé su atención y entonces reaccionó.
-Lo siento. ¿Estás bien? ¿Te hicieron alguna herida?
Su preocupación hizo que me rompiera y comenzara a llorar. Él me envolvió en sus brazos y yo sentí que perdía fuerzas. Había estado a punto de morir, esta vez más que la anterior. No importaba cuán fuerte fuera, cuánto entrenara, ellos podían más que yo y los odiaba. Era débil, yo era débil y por eso hacía ocho años Violet había muerto por mi causa. Quizá ella lo haría mejor, ella habría dejado que los malditos licántropos y vampiros se masacraran sin intervenir, ella habría informado todas y cada una de sus debilidades al proyecto y las habría usado. Quizá a ella jamás le habría pasado ninguna de las cosas que mí, porque ella sí habría defendido a su raza.
Lian me separó y tomó mi rostro entre sus manos. No podía verle a los ojos, pero él secó mis lágrimas, aunque solo pude llorar más. ¿Cómo podía odiar a todas las criaturas mágicas si existía él? ¿Cómo podía seguir con el proyecto si estaban Thaniel, los chicos, mis amigos ángeles negros y Axel y Clark? Ellos eran iguales que yo, fichas que sacrificar en una guerra.
-Violet -Lian me habló firme, para que volviera a mis sentidos y le miré, su único ojo a la vista brillaba-. Ya pasó, ¿está bien? No tienes que tener miedo, esto no se volverá a repetir, yo hablaré con mi abuela para que te saque de aquí. Axel tiene razón, fue una locura.
-Chispitas, yo...
-No quiero protestas, te llevaré a tu habitación.
Me acompañó y ambos entramos. Lian se aseguró de cerrar bien la puerta y la ventana. Parecía paranoico. Yo solo me senté sobre la cama y le vi andar de aquí para allá hasta que me desesperé.
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The Fall (Dark Angel V)
FantasyAño 2130 n.e ¿Qué pasa cuando el mundo ha avanzado tanto que los humanos ya no quieren tolerar a las criaturas mágicas entre ellos? Un mundo lleno de magia y criaturas sobrenaturales que antes vivían ocultas pero ahora están entre ellos como parte d...