Sin vestido, sin velo, sin altar, sin anillos, sin sonrisas, o por lo menos sonrisas verdaderas. Esa fue mi boda, parecía casi un funeral y no diría que Chispitas no lo notó pero ambos sabíamos que la idea era alocada para el momento.
A los reyes no hubo que explicarles mucho, creo que entendieron el porqué de que quisiera algo así en ese instante. La reina me dio un vestido blanco que no sé de dónde sacó y con él fue que llegué al lugar donde nos unirían a mí y a Lian en un pacto de amor eterno.
En vez de pasarme horas maquillándome y arreglándome, solo me pasé unos ligeros minutos en ello y casi una hora con una bolsa de sangre siendo transfundida a mi cuerpo. Ciel no aparecía, le había dejado órdenes a Frederik de que me pusieran esa sangre y él era quien se estaban encargando de ello.
Ulises me recogió fuera del camarote en el que me estaba cambiando y me miraba con dolor, ya se lo había contado todo y no paró de maldecirme por un buen rato antes de echarse a llorar abrazándome. Fue horrible, no quería que sufrieran y verles así me hacía sentir peor.
-Desearía estar más feliz el día de tu boda- dijo y yo sonreí sin mostrar los dientes algo triste.
-Yo también- fue mi respuesta y me enganché a su brazo.
Llegamos a donde estaba la sala de control del Ruby, la habían habilitado para el momento. Al final estaba Lian, vestido con un hermoso traje que supongo no era de tierra. Se veía tan guapo que no pude evitar sonreír mientras caminaba por el pasillo. Sus ojos tampoco me dejaban y yo sabía que no estaba en mis mejores condiciones pero él no dejaba de verme de esa forma que me estaba haciendo temblar.
Ulises me dejó en el "altar" junto a él y este me tomó de las manos besándolas. Mordí mi labio inferior sonriendo, a pesar de todo, no podía evitar sentirme feliz de estar casándome con él aunque fuera en esas circunstancias.
No había nadie en el lugar excepto Ulises, los padres de Lian, los reyes, Crystal y Thaniel. El rey era el que nos casaría con el poder que le confería el ser el de más alto rango por allí.
-«Estás preciosa»- dijo Lian sin siquiera mover los labios y yo le miré raro-«Estoy en tu cabeza, Violet»
Yo sonreí al notar lo perdida que estaba- «Nunca habías hecho esto»
-«Por una vez se empieza»- respondió y ambos miramos al rey.
Fue sin mucha ceremonia o palabrería, según el rey, esas cosas eran vanas y antes de que aceptaramos pidió que dijéramos nuestros votos. Chispitas comenzó sin siquiera dejarme hablar.
-Prometo amarte hasta el fin de mis días, Violet Bridger, no importa lo que se venga, las guerras, los problemas e incluso los años. La eternidad me parece muy poca para pasarla contigo y soy ambicioso, quiero la eternidad y si se puede, más allá- casi sentí mis lágrimas salirse sin remedio al escuchar sus palabras-. Quiero mostrarte lo hermoso de mi mundo y quiero conocer cada una de las locuras del tuyo. Quiero encontrarte cuando estés despistada, quiero despertar junto a ti todas la mañanas y amarte, amarte intensamente hasta que las llamas de nuestro amor sean las que nos consuman.
-Chispitas...
-Te amo, Violet, y te amaré para siempre- casi lloré cuando en ese instante, el para siempre hizo una grieta en mi corazón tan fuerte que me costaba hablar, pero lo hice.
-No conocía lo que era no merecer algo hasta que te conocí, Lian- comencé a hablar-. Has sido un regalo en mi vida y no merezco el amor que me profesas. Te mentí, les mentí a todos pero... He de decir que si hay una única verdad en esta tierra, es que te amo. Te amo más de lo que podría creer que un humano amaría, te amo con locura, te amo demasiado. Amo todo de ti y eres y serás siempre mi único y verdadero amor.
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The Fall (Dark Angel V)
Viễn tưởngAño 2130 n.e ¿Qué pasa cuando el mundo ha avanzado tanto que los humanos ya no quieren tolerar a las criaturas mágicas entre ellos? Un mundo lleno de magia y criaturas sobrenaturales que antes vivían ocultas pero ahora están entre ellos como parte d...