Salí de la oficina y detrás de la puerta estaba Lian. Traté de ignorarle y así no molestarlo pero me llamó haciendo que detuviera mi paso.
—Violet... Yo... Te extraño —dijo casi en un suspiro—. Fui un idiota lo sé, pero no puedo evitarlo... Lo que siento por ti...
Me di vuelta para encararlo y le vi mirar al vacío, avergonzado. Se me hizo un nudo en la garganta, quería decirle que no era un idiota por sentirlo, que yo también lo sentía. Pero no podía ser egoísta.
—Eres demasiado para mí, Chispitas —respondí, las palabras me quemaban—. Demasiado...
Él me miró a los ojos y sentí ganas de llorar al ver su rostro, parecía no haber dormido en días.
—No tienes que ser tan condescendiente —Sonrió, pero no era una de sus sonrisas verdaderas—. Siempre supe que no sentías lo mismo por mí, por eso no te dije nada, porque quería... Seguir a tu lado... Pero Cian —Desvió la vista, se veía dolido—. No podía permitirlo. No tengo derecho, pero no podía permitir que... Surgiera algo entre ustedes porque yo ...
—Jamás habría pasado algo como eso —le interrumpí y mis ojos se llenaron de lágrimas—. Los mismos motivos por los cuales no puedo estar contigo, son los mismos por los que no estaría con él.
Lian asintió, mi respuesta no parecía haber mejorado la situación, así que me acerqué y le envolví en un abrazo que me estremeció hasta la última célula de mi cuerpo. Deseaba tanto tener más de él... Pero era un deseo egoísta.
—Además... Me pareces muchísimo mejor que Cian y créeme, no es condescendencia.
Él correspondió al abrazo, sin juntarme demasiado por lo que supuse era respeto.
—¿Quieres... Que sigamos siendo amigos? —preguntó y me separé para verle a los ojos.
—¿Estás... Estás seguro?
Asintió, sin mirarme. —Hagamos como que ese beso en la biblioteca jamás pasó y sigamos como antes. Yo... Prefiero ser tu amigo a perderte.
Quise sonreír, saltar y ponerme feliz, pero no podía. Porque jamás olvidaría ese beso y jamás olvidaría lo que sentía por él.
—Chispitas...
Escuchamos como alguien se aclaraba la garganta a nuestro lado y al instante nos separamos. Sentí mis mejillas arder cuando vi a los padres de Lian allí parados junto a Cian y Kian.
—¿Ahora ya son amigos, Lian?— preguntó Arden con una sonrisa pícara.
Nunca pensé que sería posible pasar tanta vergüenza.
—¿Ya acabaron de hablar, mamá? —Lian le devolvió la pregunta, tratando de desviar la atención.
—Nos reuniremos en la noche cuando llegues los demás. ¿Vas a pasarte el día con nosotros, cierto?
—Yo...
—Puedes venir también, Violet —me invitó Cian y yo me sentí más nerviosa.
—¿Ir a dónde?
—Nos vamos de camping —respondió la princesa Arden.
—¿Quieres venir? —me preguntó Lian.
—Pero tengo clases... Y ya... Estoy tarde... En realidad...
—Vamos con nosotros, dudo que mi madre te diga algo por saltarte las clases con sus hijos.
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The Fall (Dark Angel V)
FantasiAño 2130 n.e ¿Qué pasa cuando el mundo ha avanzado tanto que los humanos ya no quieren tolerar a las criaturas mágicas entre ellos? Un mundo lleno de magia y criaturas sobrenaturales que antes vivían ocultas pero ahora están entre ellos como parte d...