Una semana después de que Lian me declarara sus sentimientos y yo los aceptara, estaba guardando mis libros en el casillero de la universidad. Aún no tenía decidido qué hacer, pero debía elegir pronto mi próximo movimiento.
—Volvemos a vernos, Violet.
Me giré asustada pegándome al casillero y ahí estaba él, sonriendo como siempre.
—¿Qué quieres ahora? —pregunté asustada.
—Te dije que te buscaría — dijo acercándose para besarme pero yo le volteé el rostro—. ¿Con que esas tenemos, no? —me tomó la cara a la fuerza—. Creí que te había dejado las cosas claras el otro día.
—Están claras, pero que siga en la organización no me obliga a seguir contigo.
Él golpeó el casillero detrás de mí. —¡Me estás agotando la paciencia, Kimberly!
—¡No me importa! —grité y él me golpeó en respuesta.
Caí al suelo, aturdida. Sus manos dolían más de lo que lo harían unas humanas normales. Miré mi mano, que había colocado sobre mi mejilla y noté sangre en ella.
—Mira lo que me haces hacer —se agachó junto a mí—, nunca te había tocado pero ahora te has vuelto tan rebelde.
—Eres un cínico, Emil.
Él solo sonrió mientras tomaba mi rostro. —El rojo siempre ha sido tu color —dijo y besó la esquina de mi labio que también sentía que estaba roto.
—Ya déjame en paz, por favor —supliqué y traté de alejarlo, pero tomó mi cabello y me acercó, dejando su rostro a escasos centímetros del mío.
—Jamás te dejaré en paz. Mañana irás a un lugar conmigo y sin rechistar.
—¡No pienso ir a ninguna parte contigo! —grité.
Él volvió a darme otro golpe que me tiró al suelo, después me agarró por el cabello para que le mirara.
—Escúchame bien, Violet, si quieres que tu amiguita Crystal no vuelva a salir lastimada, harás todo lo que yo te diga sin decir una palabra, no creas que por estar en el palacio están a salvo. La organización las sacaría de debajo de las piedras, ¿entendido? —dijo a mi oído y yo solo lloraba— ¿Entendido?
—Entendido —respondí y él me lanzó hacia un lado, levantándose.
Estaba a punto de irse cuando mi móvil, que había caído en el suelo desde el primer golpe, comenzó a sonar. Reconocí el tono al instante, era Lian. Traté de alcanzarlo pero Emil lo tomó primero.
—¡Suelta eso! —Traté de quitárselo pero él me apartó para comenzar a reír y luego mirarme borrando la sonrisa.
—Imagino que este tal Chispitas es el causante de toda tu rebeldía —Me agarró por el cuello y me puso contra los casilleros.
Intenté soltarme, luche con todas mis fuerzas pero no siquiera le movía. ¿Cómo podía ser tan fuerte?
—Por favor, ya basta —supliqué y él sonrió apretando un poco mi cuello.
—¿Quién es él?
—No es nadie, lo juro.
—Nunca pudiste engañarme, Kimberly, a los demás sí, pero no a mí.
—Emil, por favor.
Él negó con la cabeza y miró el móvil, Lian estaba insistiendo demasiado.
ESTÁS LEYENDO
The Fall (Dark Angel V)
FantasyAño 2130 n.e ¿Qué pasa cuando el mundo ha avanzado tanto que los humanos ya no quieren tolerar a las criaturas mágicas entre ellos? Un mundo lleno de magia y criaturas sobrenaturales que antes vivían ocultas pero ahora están entre ellos como parte d...