—¿Pero por qué no me vas a dejar verlo? —le reclamé por vez quinienta en la mañana y como todas las veces anteriores, Lian solo rió y me dio por loca.
—Perdiste tu oportunidad, Violet.
—Idiota —musité ofuscada y me adelanté.
Ya era lunes y teníamos clase de vuelo, bueno, ellos tenían clase de vuelo, yo iba a dejarme la piel sobre la pista una vez más; en los últimos tiempos había mejorado tanto que ya no me tomaba descansos aunque completaba el entrenamiento en mucho más tiempo que los ángeles negros y obviamente terminaba destrozada. Lian se había colado en mi habitación justo a la hora en la que me levanté y desde entonces estaba tratando de convencerlo de que me contaste todo.
Cuando estábamos a punto de tomar el ascensor para llegar al primer nivel y las puertas se abrieron, detrás de ellas estaba un chico de cabellos negros, algo largos, y ojos azules. La ropa que traía no me dejaba ninguna duda de lo que era, se trataba de un dark angel y, por alguna extraña razón, se me hizo muy parecido a Lian.
—Lian —musitó el chico con una sonrisa algo torcida mientras presionaba el botón de mantener las puertas abiertas—. No esperaba encontrarte precisamente aquí... Y con Violet.
Que supiera mi nombre me pareció alarmante, pero que Lian me tomara por el codo y me juntase más a él en respuesta lo fue más.
—¿Qué haces aquí? —no tuve que verle el rostro a Chispitas para sentir la hostilidad de su voz. Este chico no le caía bien para nada.
—¿Piensan bajar? —preguntó, pero me estaba mirando a mí.
—Sí —asentí en un hilo de voz y le di una mirada a Lian, antes de tomar su muñeca y arrastrarlo dentro del ascensor. El ambiente se volvió más pesado al estar en un sitio tan pequeño.
—Tenía que hablar algunas cosas con nuestra abuela —el dark angel rompió el silencio y nuestras miradas coincidieron. Yo estaba en medio de ambos y me fue inevitable verlo, había algo magnético en su forma de actuar—. Me alegra volver a verte, Violet, eres mucho más linda ahora que estás consciente.
—¿Nos conocemos? —Inquirí y noté que Lian cerró la mano en un puño. No pude evitar verle, pero estaba del lado donde su rostro era cubierto por cabello.
—De seguro no me recuerdas, estabas inconsciente cuando te llevé para el hospital luego del ataque de aquellos vampiros.
—¡Fuiste tú! —exclamé sorprendida y pinté una sonrisa viéndole otra vez—. Muchas gracias por salvarme.
—Es mi trabajo, no tienes que agradecerme— desvío su mirada a Chispitas—. Veo que al fin has hecho amistades, Lian.
—¿No que tenías cosas que hacer?— le preguntó en un tono no muy amistoso y justo las puertas se abrieron.
—Por supuesto, ya me voy— respondió con una sonrisa ladeada y en el mismo tono—. Por cierto, Violet, me encantaría volver a verte.
—Se... será un placer —dije sonriendo algo nerviosa, la tensión se podía cortar con una tijera y no me gustaba para nada.
La figura del chico desapareció por la entrada principal y sentí que mi cuerpo se relajaba un poco. Suspiré y me volteé para encarar a Lian, parecía que una nube negra había descendido sobre su rostro.
—¿Y de dónde le conoces?
—Es Cian, uno de mis primos mayores —respondió seco y no me atreví a hurgar más en la historia. Parecía que ese chico, Cian, había abierto una vieja herida.
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The Fall (Dark Angel V)
FantasyAño 2130 n.e ¿Qué pasa cuando el mundo ha avanzado tanto que los humanos ya no quieren tolerar a las criaturas mágicas entre ellos? Un mundo lleno de magia y criaturas sobrenaturales que antes vivían ocultas pero ahora están entre ellos como parte d...