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Desperté por el puro olor a marihuana que inundó mis fosas nasales, empecé a taparme la cara y escuché una risa.—Weon déjala dormir —esa es la voz del Toño.
—Te gusta webiar a la pobre cabra —y esa.. es la voz del Pedro.
—Son llorones oh, no le hago nada —ese es el Ulises.
—¿Por qué habrá estado llorando? —preguntó el Pato.
Un celular comenzó a sonar y se escuchó la voz del Toño.
—Pato, hay que irnos.
—Pero la Celeste aún no despierta —dijo el Pato.
—Tranqui, nosotros la cuidamos —habló el Pedro.
—Pobre de que le pase algo —podría jurar que el Toño está apuntándolo con el dedo.
—Si apenas despierte la echo pa' su casa —dijo con un tono de burla el Ulises.
—Ya, chao —dijo el Pato y se despidieron.
El humo otra vez inundó mis fosas nasales, ahora comencé a toser.
—Tira tu wea pa' otro lado —dije refregándome los ojos.
—¿Esas palabras te enseñan los monitos de hoy? Muy mal po, hay que ponerte monos educativos ahora —me webio el Ulises.
—Esas weas son más fomes —bostecé—¿Adonde estamos?—me senté en la cama.
—En la pieza de este weon —el Pedro apuntó al Ulises—Dormiste todo el camino.
Si.. todo el camino.
—Hasta roncaste —me webio el Ulises.
—Yo no ronco, idiota.
—Pero si te escuché, tú estabas durmiendo así que como vas a saber eso —se rió.
—Ay que son pesados —les di la espalda.
—¿Teni' hambre? —me preguntó el Ulises.
—No, ¿que hora es?
—Las nueve —dijo el Pedro.
—Conchetumare —me paré de la cama y salí de la pieza terrible rápido, mi mamá me va a sacar la chucha.
—¡Tú mochila! —gritaron pero me valió mierda, tengo que ir a mi casa porque mi mamá debe estar terrible preocupada.
Salí más rápido que flash, ah.
Y afuera en la vereda está sentado el Borja y mi papá, pero a diferencia del Borja, mi papá está parado caminando de izquierda a derecha y mi mamá.. no se donde está.
—¿Y mi mamá? —pregunté.
Los dos me miraron y mi papá corrió a abrazarme.
—¿Dónde estabas?
—Que te importa —rodé los ojos.
—Celeste.. —el Borja me llamo y me hizo una cara culia de es tu papá, no lo trates así
Chúpame la que no tengo weon.
—Si me importa, soy tu papá.
—Estoy bien, ahora te puedes ir donde tu amante —me separé de él y entré a mi casa.
Mi mamá está sentada mirando tele y tomando café.
—Hola —la saludé.
—Hola, ¿Cómo te fue?
—¿En donde?—fruncí el ceño.
—Donde el vecino po, la Jesús me llamó y me dijo que te habías ido con el y los gemelos, igual deberías haberme avisado.
—Es que.. —suspiré—¿Por qué mi papá y el Borja están aquí?
—El Borja hace como dos horas que está esperándote, dijo que quería hablar contigo porque no se qué, ¿Pelearon?
—Algo así —suspiré.
—Y tu papá igual venía a conversar contigo, dijo que quiere que pases el fin de semana con él.
—No quiero ir.
—Celeste, lo qué pasó es un asunto entre tu papá y yo, la relación tuya con él no tiene porque verse afec... —la interrumpí.
—Es que si está afectada, tu no fuiste la que escucho esa conversación, demostraba tan poco interés por nosotras que hasta se podría decir que solo vivía en esta casa por compromiso —dije molesta—No quiero verlo, yo no iré a esa casa, no pienso hablar nunca más con el.
Subí a mi pieza y me tiré a mi cama, la verdad es que desearía estar escuchando al Ulises webiandome que estar aquí.
🦋
Desperté y los párpados me pesan más de lo normal, sentí un cuerpo a mi lado, me asusté de primera pero al darme cuenta de que es el Borja me relajé, ¿En qué momento entró a mi pieza?
Prendí mi celular y vi la hora, 01:19 a.m
—Borja —susurré y lo zamarreé un poco.
—Mmhh un ratito más —me dio la espalda.
—Oye, despierta.
Se volvió a dar vuelta y quedamos de frente, abrió los ojos, esos hermosos ojos, y sonrió.
—Me quede dormido —se refregó los ojos.
—Si me di cuenta —miré mis manos.
—¿Aún sigues enojada? —me apego a él.
—No, da lo mismo si tienes cosas más importantes que hacer —me encogí de hombro.
—Créeme que si no fuera importan.. —lo interrumpí
—Ya no quiero seguir con el tema, es tarde, te tienes que ir.
—¿Me estás echando? —frunció el ceño.
—No, pero tu mami debe estar preocupada por ti.
—Y sigues enojada —suspiro—Ya, mejor me voy.
Asentí.
—¿Al menos puedo darte un beso? —me quedó mirando.
Asentí nuevamente.
Me agarró de la cara y me dio un beso super leeeento.
—Mañana no iré al liceo —me dio un piquito.
—Bueno, hasta el lunes entonces.
—Hasta el lunes.
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Oiga vecino#1 |𝘁𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗮|
Fiksi RemajaLa vida de la Celeste se desmorona poco a poco a causa de las mentiras que la rodean, pero él está ahí, y aunque la Celeste solo piense que su vecino es un aweonao, puede que no lo es del todo