—Esa wea va ahí.—me dijo el Ulises
—No, va ahí.—contraataque
—Que no, va ahí.
—No.
Se cruzó de brazos y me quedo mirando seriamente.
—No me intimidas.—le saqué la lengua
—¿Ah, no?—sonrió maliciosamente y se acercó a mi lentamente
—No.
—¡Ya po weones armen la wea luego!—gritó el Pato
El Ulises me quito el palo culiao y hizo lo que él dijo, le quedó como el pico.
—Viste, te dije.
—Pero no, si la wea va ahí.—dijo confundido
Ahora yo le quite el palo e hice lo que le dije que teníamos que hacer desde un principio.
—Viste.
—No, si va a como te dije.
—El weon terco.—rodé los ojos
—¿Cómo me dijiste?—se tocó el pecho para exagerar la situación
—¿Te lo deletreó?—me cruce de brazos
—Por favor.
—W-e-o-n t-e-r-c..—no alcance a terminar la frase porque me cargo como un saco de papas y empezó a dar vueltas —¡Ulises me voy a caer!—le pegue un palmetazo en la espalda pero eso lo alentó a dar las vueltas más rápido
—¡Zeus!—grite pero el weon le anda pidiendo comida a el Pedro
—¿Cómo me dijiste?—preguntó de nuevo
—¡Weon terco!
Se rio y me bajo de su hombro, me aferre a él hasta que todo dejó de darme vueltas.
—Eri un aweonao.—susurre
—¿Perdón?—dijo y me iba a tomar de nuevo para cargarme en su hombro pero salí corriendo, se que me alcanzaría corriendo pero solo se rio
Llegue donde la Kim y la Jesús y me tiré al colchón inflable que terminaron de inflar.
—Mi cabeza.—me queje
—¿Sabes algo?—dijo la Kim y la mire—Que hace rato no veía sonreír tanto al Ulises.
—¿Ni con la Mota?—pregunto la Jesús
—No, ese weon cuando fuma se queda pegado, no es de esos que se cagan de la risa.
—¿A que viene eso?—fruncí el ceño
—A que ahora tú eres su droga favorita.—dijeron al unísono
Les paré el dedo corazón.
Droga favorita po weon, ¿de donde chucha sacan tanta wea?
✨
—Se quemo la wea.—dijo el Pedro con el marshmallow casi carbonizado
—No es tan cerca del fuego po weon.—le dijo la Martina, una amiga de los cabros y la misma que llegó con el Ulises ese día
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Oiga vecino#1 |𝘁𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗮|
Teen FictionLa vida de la Celeste se desmorona poco a poco a causa de las mentiras que la rodean, pero él está ahí, y aunque la Celeste solo piense que su vecino es un aweonao, puede que no lo es del todo