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—¡Celeste! —grito mi mamá.

Bajé corriendo y casi me saco la conchetumare, bueno no casi, me la saqué.

—Ay —me quejé, pero él Zeus llegó a languetearme y me cagué de la risa.

—Celeste párate del suelo qué hay visita —susurró mi mamá.

—¡Dile al Zeus que la corte! —traté de taparme la cara, pero el weon sigue.

—Zeus ven —lo llamó mi mamá y fue al tiro.

Me paré y me limpié algunas lágrimas que causó la risa. Caminé hacia el baño y me lavé bien la cara y las manos, me entró jabón en el ojo.

Salí del baño y vi a una señora rubia, un caballero de pelo castaño y una pendeja rubia igual..LOS VECINOS NUEVOS.

—Hola —saludé y me senté en el sillón

—Hola, un gusto, me llamo Silvia —se presentó la señora y sonrió.

—Yo me llamo Anais —dijo la niñita

—Que es bonito tu pelo —la alague, es que esta sí que es rubia natural, no como el aweonao del Santiago que se dejó la pura caga.

Se decoloró el pelo, mejor dicho.. se lo decoloramos con la Ivannia y el weon quería salir así nomas, es tan aweonao pero me cae bien, es telita.

Y después les decía a las cabras que era rubio de nacimiento, culiao mentiroso.

—El tuyo también —sonrió y nos reímos al mismo tiempo.

—Buenas noches, yo soy Eduardo —me saludo el caballero.

—Mm yo me llamo Celeste.

—Hija ellos son los vecinos nuevos, viven atrás de nuestra casa —dijo mi mamá y asentí—Puedes ir a buscar a tu papá por favor.

¿Y el cabro salido de Wattpad?

—Ya, vuelvo al tiro —dije y me paré.

Salí de la casa y empecé a caminar hacia la salida del condominio.

Ay no, esta de portero el Román.

El Román es mi ex, cuando recién llegué aquí, el era como el ser más hermoso del mundo para mis ojos, con el tiempo empezamos a pololear pero al final me cago con una, con dos, con cinco minas y yo la muy weona que no se daba cuenta.

—Tsss, ¿No saludai?

Abrí la puerta que tiene el portón y salí.

—No saludó a weones —sonreí cínicamente y empecé a caminar hacia el taller de mi papá.

—¿Está de mal humor la princesa? —me webio.

—Callate si no quieres que te patee las bolas, aweonao —le paré el dedo corazón.

Se rió nomás el culiao.

Entré al taller y saludé a los que trabajan aquí, hasta al Víctor, antes soñaba con que fuera mi Sugar Daddy KDJDHDSJS.

Es joven y es súper encachado pero nunca iba a pescar a la hija de su jefe y menos cuando tengo solo diecisiete años, aunque cuando me gustaba tenía dieciséis xd.

Pero ahora solo tengo ojos para el Borja, nombre culiao, me recuerda a él pelao' Shuster.

—Hola, ¿has visto a mi papá? —le pregunté al quico.

Oiga vecino#1                           |𝘁𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗮|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora