Media hora weon.
¡Media hora escuchando al weon del Pato dándome un discurso culiao!
—¡Ya weon, cállate!—grito la Kim
—Si weon, me tienes mareada.—la apoye
—Es que te pudo haber pasado cualquier cosa po weona.—se cruzó de brazos
—Pero si ya paso, ademas..—bostece—Ni me dejaron dormir.
—Pedro culiao, a las ocho de la mañana andaba webiando y ahora está raja durmiendo.—dijo la Kim
—¿A qué hora nos vamos?—pregunte
—A las siete, creo.
—¿Quien maneja?—alce las cejas
—Yo y el Pedro, te echo al Ulises pa tras, así duermen juntitos.—me webio
—Ya, no empieces Pato culiao.—lo apunte con el dedo
—Que agresiva, anda a despertar al Ulises mejor.
—Seré tú perkin po weon.
—Déjense de pelear los weones, Pato pásame esas galletas y tú anda a despertar al Ulises.—nos mando la Kim
—Bueno pero no se enoje.—le apreté las mejillas y me paré de la silla
Caminé hacia la carpa del Ulises y la abrí, lo vi acostado en el colchón mientras abraza una almohada.
Me acerqué lentamente pero no sin antes haber cerrado la carpa po, saqué la almohada de entre sus brazos y me metí yo, pase mi brazo por su espalda y sonara asqueroso pero pase mi lengua por su mejilla y se quejó
—Ya po.—susurró
—¿Que?
—Para.
—¿Te acuerdas cuando te decía que me soltarás las manos y no lo hacías?—susurré en su oído y mordí el lóbulo de su oreja
—Nada me impide hacerlo otra vez así que mejor para.—me advirtió
—Es que no quiero.—susurre cerca de sus labios
Sonrió y en menos de un segundo ya está sobre mi, con mis manos a los lados, sin poder moverlas.
No dijo nada, tampoco hizo nada y eso me puso aún más nerviosa.
—Perdón.—fue lo único que dije
Frunció el ceño—¿Por que?
—Es que tu polerón..lo manche con tierra y con un poco de mi sangre.
—Da lo mismo, se lava.—se recostó sobre mi—¿Me salgo o me quedo aquí?
—Quédate.
Traté de buscar su boca pero solo tengo acceso a su cuello tatuado.
—Estoy cagao de sueño.—bostezo
—Duerme.
—¿Vamos al lago después?
—Se ve tenebroso.
—Que eres miedosa.—se rio y ahora el busco mi boca, me dio un piquito y mordió mi labio inferior
Me quedo mirando a los ojos y le sonreí sin mostrar los dientes, me dio un beso en la frente y salió de encima de mi.
Se acosto a mi lado dándome la espalda y rodé los ojos, le di la espalda igual y mire su mochila.
¿Que es esa wea?
Traté de moverme para ver mejor pero sentí sus manos en mi cintura, trague grueso.
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Oiga vecino#1 |𝘁𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗮|
Novela JuvenilLa vida de la Celeste se desmorona poco a poco a causa de las mentiras que la rodean, pero él está ahí, y aunque la Celeste solo piense que su vecino es un aweonao, puede que no lo es del todo