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—Si, Madona igual vive aquí.—se rio

—Es en serio.

—No, aqui vive la Mónica.

—¿La Mónica?—fruncí el ceño

—Si po, la costanera.—rodó los ojos y tocó el botón culiao

—Dijiste que estaba embarazada, la mina con la que se metió mi papá igual lo está, se llama Mónica y, weona son muchas coincidencias.

Se rio.

—No webes po, la Mónica jamás se metería con alguien con pareja.

La puerta se abrió y entramos, la Maria me miró confundida.

—Hola.—la salude

—Hola chiquillas, ¿qué hacen por aquí?

—Vine a ver a mi tía, pero creo que me equivoqué de casa.

—¡Jesús, viniste!—gritaron a mis espaldas y me di vuelta, es la Mónica weon, la costanera center

¿Cómo no me di cuenta antes?

—Monica..— susurró la Jesús

—Y trajiste a tu amiga.—me miró nerviosa

—Hola, ¿cómo está mi papá?—la mire seria

—¿Tu papá?—se rio—No lo sé, Jesús ven, entra.

—No, te metiste con el papá de la Celeste, ¿es en serio Monica?

Bufo—Si, lo hice, me metí con el y hasta estamos planeando casarnos en cuanto la mamá de tu amiga acepte el divorcio.—rodo los ojos

—Dijiste que no tenía familia.

—Porque el me dijo eso, dijo que estaba más solo que un perro y yo después me enteré que no, pero estaba demasiado enamorada para..—la interrumpí

—Para alejarte y no destruir una familia.

—Oye, tu papá igual tiene la culpa.—me contraatacó la Jesús

—Y no he dicho lo contrario, solo que debió alejarse si no quería ser el maldito cuerno y darle a elegir a mi papá entre su familia o ella, ademas embarazarse solo para amarrarlo.—me reí irónicamente—pensé que solo se veía en comedias.

La Mónica empezó a llorar de pura dramática.

—¿Cuando te gusto? ¿Cuando hacíamos pijamadas? ¿Te metías igual con el antes?—fruncí el ceño

—Weona, para.—me dijo enojada la Jesús

—¿Y por qué debería parar? ¿Por qué puedo herir sus sentimientos? ¿Ella pensó en los de nosotras? ¡¿Pensó en el daño que nos causa?!

—Celeste, basta.—me dijo la Maria

—No, todo se basa en mentiras en esta vida por la chucha, hubiera sido bacan por tu parte haberme contado que eras mi abuela, ¿en serio siendo mi abuela trabajas con esta mina y con mi papá?—me cruce de brazos

No dijo nada, solo entró a la casa.

—¿Y tu acaso nunca has cometido errores que vienes aquí a contar los de todos?—me preguntó la Mónica

—Ni me has respondido lo que te pregunte, entonces demos por echo que desde que pensé que éramos amigas te metías con mi papá, que asco me dan.

—Oye ya para, no toda la culpa la tiene la Mónica, ella no le puso una pistola en la cabeza.

—No si el weon fue mi papá.—me encogí de hombros—Pero si, no le puso literalmente la pistola pero lo amenazo con que nunca conocería a su hijo, al menos así me lo plateo el.

Oiga vecino#1                           |𝘁𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗮|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora