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Carrete sin la Jesús no es carrete.

Me tome al seco lo poco que me quedaba de cerveza y seguí mirando a la gente bailando.

—¡Vamos a bailar!—gritó la Kim toda motivada

—No tengo ganas.—hice una mueca

—¡Weona ya po! no seas fome.

Me estiro su mano e hizo un puchero, le tome la mano y nos fuimos a bailar.

Me deje llevar al ritmo de la música y me olvide de todas las weas que me tienen chata.

Nos reímos, saltamos, bailamos, gritamos y toda la wea.

—Ya weon, voy a humedecer la garganta.—me dijo y asentí

Seguí bailando sola un rato más hasta que los pies me empezaron a doler, caminé hacia el patio y me senté en el pastito, me saqué las zapatillas y estiré mis deditos.

Fruncí el ceño al ver al Ulises con una mina, me acerqué un poco más, esa mina es la Martina.

—Pero weon que eres pesado.—se rio

—Martina si la weona no me gusta, entiende.

—Igual que te la comiste.

—Si, pero no porque me la haya comido significa que me guste, fue solo por no se, impulsó.—se encogió de hombros

—Pero te quiere.

—¿Y?

—¿Como que "y"? que desde que la Sara te dejo por el aweonao del Kevin que no andas con nadie, y te recuerdo que eso fue hace dos años y se nota que necesitas a alguien que te de cariño.

—Estoy bien solo.

—¿Por qué no admites que te gusta?

—Ya weon me aburriste con ese tema, no necesito a alguien para ser feliz.—bufo

—No, ya se quien t..—me aleje de ahí porque na que ver que este escuchando conversaciones ajenas

Aunque..¿estaban hablando de mi?

¿Solo fue un impulso que nos comiéramos? ¿Para el fue eso?

El pecho se me apretó y siento ese nudo culiao en la garganta, quiero llorar.

Me siento la weona mas patética del mundo, doy risa.

Se que hace casi un mes termine con el Borja y que es muy luego para ilusionarse con otra persona, pero el Ulises tenía algo que me hacía olvidarme de todo lo malo y siempre andaba atento a mi.

¿Por qué no pudo seguir comportándose como un aweonao en ves te tratarme bonito?

Por qué me trataba así, si solo soy..ni siquiera sé qué significó para el.

Admito que el weon me estaba empezando a gustar.

Bote el humo del cigarro y las lágrimas rodaron por mis mejillas, traté de calmarme pero no puedo.

Todo me sale mal, no se que wea pasa que mi vida se fue a la mierda.

La mano me tiembla, quede mirando un punto fijo y me limpié las lágrimas.

—Hola.—dijeron y mire

El Santiago.

—Hola.—solloce

—¿Estai' bien?

—Si.

—¿Vino la Jesús?—prendió un cigarro y le pego una calada

—Ni idea, no he hablado con ella, ¿para que la quieres?

—Quería conversar con ella.—boto el humo

Me rei sarcástica—¿Por qué mejor no aclaras tus sentimientos weon? más que sufre por vo', ni que tuvieras el pico de oro.

—No sirvo para relaciones y puta, respecto al pico no se, en vola si.

Rodé los ojos—Si no sirves para relaciones entonces dile y no la hagas sufrir, deja de ser tan aweonao por una vez en tu vida.—bufé y apague el cigarro

Aunque los hombres nunca dejaran de ser unos aweonaos.

Caminé hasta la salida de la casa y me encontré con el Ulises, mierda.

—Esta aburrida esta wea, ¿vamos?—me preguntó

—Andate tú, yo me voy sola.

—Andamos de malas parece.—se rio

No le conteste y empecé a caminar, más encima se hace el weon, cuando empiece a ilusionarme por favor péguenme con la wea que pillen.

Mire hacia atrás y el weon viene siguiéndome, bufé.

—¿Podi dejar de seguirme?—alce una ceja

—No te estoy siguiendo, si mal no recuerdo vivimos en el mismo condominio y soy tu vecino.

Bufé y seguí caminando.

—¿Por qué estás enojada?—pregunto

—¿Que te importa?

—Pff ya, me hablas cuando se te pase la wea.—dijo y caminamos en silencio

Lo odio weon.

Mentira.

Llegamos al condominio y abrí la wea, caminé hasta mi casa y pensé que se iba a despedir pero no dijo nada, entre y subí al baño a lavarme los dientes, me acoste pero no pude quedarme dormida por pensar en las palabras del Ulises.

Esa wea dolió.

Oiga vecino#1                           |𝘁𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗮|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora