Tienes una cita (fanfic n.h)

13

Ahora.

—Estoy enamorado de ti —suelta, de la nada.

Dejo de hablar y evalúo las probabilidades de que en realidad haya dicho lo que yo acabo de oír.

—¿Qué? —pregunto incrédula.

—Que estoy… enamorado —repite dubitativo, casi susurrando—. De ti.

—No —replico despacio, pero como si estuviese regañándolo—. No es cierto, no hagas eso, Connor.

—¿El que? —pregunta él inocente—. Sólo… Si te vas a ir de aquí, yo…

—¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Voy a irme de aquí porque mi vida es un desastre —lo interrumpo y me pongo de pie—. Connor, soy un caos. Todo a mi alrededor es un caos, porque yo misma me he encargado de arruinar todo lo que se me acerque, y no voy a hacer lo mismo contigo. No puedes estar enamorado de mí.

—No es como si pudiera decidir si lo estoy o no —dice casi con humor. Su tono de voz sigue tan apacible como siempre, lo que me pone aún más nerviosa. Nunca me imaginé que le hablaría de este modo a Connor, pero acaba de pillarme con la guardia baja y sólo estoy tratando de evitar hacerle daño a alguien más.

—Escucha —le digo y me esfuerzo por hablar despacio—. Sólo estás confundido, ¿vale? Quiero decir, vamos, apenas me conoces. No puedes estar enamorado de mí.

—Vinka. —Medio se ríe y se levanta del sofá también—. Lo estoy. Lo siento, sólo lo dije porque no quiero que te vayas, pero no debí hacerlo. Se me escapó.

Suspiro y camino por la sala, recogiéndome el pelo con las manos y mirando al techo. Necesito recordarme a mí misma que es un crío, que tal vez no tiene idea de cómo es estar enamorado. Sin embargo, yo lo sabía perfectamente a su edad. ¿Podría estar realmente enamorado de mí? No, eso es imposible. Nos conocemos hace menos de tres meses, ¿cómo iba a enamorarse de mí? Aunque mi relación con Theo Craig no duró demasiado, y después de tres meses sí creo haberme enamorado, o por lo bajo, haber generado un vínculo extremadamente fuerte.

—¿Has estado enamorado antes, Connor? —pregunto de pronto, volteando hacia él.

—¿Antes de ti? 

Tiene que dejar de hablar sobre esto con tanta naturalidad. No está bien, no lo entiende.

Asiento con la cabeza.

—Sí, de Becky.

Su ex novia, claro.

—V, yo sé que probablemente me ves como a un mocoso que no tiene idea de nada, pero…

—No, ni siquiera se trata de eso —le digo. Hablo como si estuviese disculpándome con él y esta fuera mi explicación—. No es tu edad, es todo lo demás. Son todos mis problemas.

—No me importan tus problemas, para eso estoy aquí, estoy tratando de ayudarte en lo que pueda.

—Joder, ¿no entiendes que voy a hacerte daño? ¿Que probablemente ya lo estoy haciendo? —exclamo de pronto, comenzando a perder la paciencia.

—No, no lo entiendo —masculla, cual niño tratando de ser insolente, sin lograr sacar la voz—. Sólo quiero…

—Lo siento, ¿podemos discutir sobre esto más tarde? —farfullo. Él intenta decir algo más, pero sólo consigue balbucear un poco y finalmente se rinde. Hago lo posible por mantener la mirada en mis manos hasta que se pone de pie, camina hacia la puerta y sale de mi departamento. Creo oírle murmurar algo entre dientes, pero ni siquiera lo entiendo.